MADRID.- Cuatro personas han iniciado en la Puerta del Sol una huelga de hambre por "dignidad", ya que, según han manifestado, no se trata de cuestiones personales, sino que tratan de dar visibilidad a una situación que "no puede continuar más". Pretenden hacer ver una realidad "insostenible", y seguir "despertando conciencia" a la sociedad con esta protesta que tratarán de extender hasta la celebración de las elecciones generales el día 20 de noviembre.
Ese día irán a un colegio electoral. "Así, con la cara chupada que se nos va a quedar, pero sin decir nada porque eso sería campaña. Pero que piensen si merezca la pena votar por este sistema".
El que así habla es el presidente de la Asociación Nacional de Desempleados (ADESORG), Luis Fernández, que comenzó este desafío el pasado sábado convencido por Juan, un compañero de Valencia al que conoció con la llegada de las marchas 'indignadas' a Madrid el pasado mes de julio.
Tras su estancia en Madrid con la llegada de las marchas, contactó desde Valencia con Luis para llevar a cabo una protesta simbólica que refleje un malestar con la situación general que atraviesa la sociedad. Una llamada a la "evolución", en la que dice tener "fe".
"Las conciencias están despertando", ha asegurado, recordando la manifestación del mismo sábado, y lamentando que, por el contrario, los políticos "se tapan los ojos" a pesar de que a la calle salieron "500.000 personas en Madrid".
"Mucha gente se nos acerca y nos dice una palabra sólamente: 'Gracias'", ha asegurado Luis, que desde su plataforma de apoyo a las personas paradas estuvo presente en el nacimiento de Democracia Real Ya, uno de los pilares de lo que posteriormente se constituyó como 'movimiento indignado' o movimiento 15-M.
A estos dos 'indignados' que iniciaron la huelga tras la manifestación del pasado sábado 15 de octubre, se les han unido dos nuevos compañeros. Uno de ellos este mismo jueves.
Se trata de Gonzalo, que también tiene intención de no ingerir alimentos hasta el día de las elecciones. El robo de todas sus pertenencias, según ha relatado, le llevó a preguntarse "cuánto dinero necesitas para ser persona".
De esta forma se unió a la huelga, que hacen visible en un espacio de la Puerta del Sol, apostados cerca de una manta que han colocado detrás de un quiosco de la plaza y en la que tienen inscritos sus nombres y reclaman "dignidad con la sociedad".
Tras iniciar la protesta, llamaron al servicio de asistencia del Samur, que periódicamente controla su situación para vigilalar su estado. Asimismo, les tomaron los datos, ya que, en caso de que su cuerpo llegue a una situación "límite", los sanitarios comunicarían este estado a un juez que podría ordenar su ingreso en un centro hospitalario.
"A mí eso me da igual. Me ingresan, pero me niego a comer nada", ha sostenido Nacho, la cuarta persona que se mantiene en huelga alimenticia. Sin embargo, no tiene intención de detener esta situación el 20 de noviembre.
Pretende aguantar hasta que le puedan las fuerzas para denunciar su caso. Según ha señalado, se ha visto apartado de la custodia de su hija, que permanece en un centro en la que puede visitarla una vez a la semana. En estos momentos, vive con su pareja en una habitación.
Tanto Luis como Juan se retiran de la plaza al caer la noche, a una pensión cercana a Sol. Tras informarse de las consecuencias a las que se enfrentaban con la huelga, les advirtieron de la importancia del sueño para poder resistir.
También contactaron con otras personas que llevaron a cabo huelgas de hambre, así como un dietista. Son conscientes de que la situación irá a peor, y que necesitarán asistencia de compañeros que actúen de portavoces, ante la debilidad y el cansancio derivados de la falta de alimentos.
"Nos han dicho que tenemos que estar activos, con el cerebro ocupado. Así que a ver si consigo el portátil y puedo ir escribiendo e ir haciendo cosas", ha señalado, conocedor que les quedan 30 días hasta la jornada de los comicios.
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