WASHINGTON.- El desmentido del presidente sirio, Bachar al Asad, sobre su responsabilidad en la muerte de miles de sus ciudadanos en la represión violenta contra quienes reclaman más libertad, "no es creíble", según afirmó hoy la Casa Blanca.
"El mundo entero ha sido testigo de lo que ocurre en Siria. EE.UU. y muchos países del mundo que se han unido para condenar la atroz violencia perpetrada en Siria por el régimen de Al Asad saben exactamente lo que ocurre y a quién responsabilizar", declaró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en un encuentro con periodistas.
Las declaraciones de Al Asad en las que niega su responsabilidad "no son creíbles", insistió Carney.
En una entrevista exclusiva con la cadena de televisión ABC, difundida hoy, Al Asad sostuvo que la mayoría de los muertos durante las turbulencias políticas de los últimos meses han sido sus simpatizantes y soldados de su régimen.
Al Assad culpa de la violencia en Siria a bandas de criminales, extremistas religiosos y terroristas que simpatizan con Al Qaeda y se infiltran en las manifestaciones pacíficas.
"Lo que usted tiene que entender es que, si las ha habido, cada 'reacción brutal' ha sido por parte de un individuo, no de la institución", señaló el presidente sirio a su entrevistadora, Barbara Walters.
"Hay una diferencia entre una política de represión y que haya habido errores cometidos por algunos funcionarios", continuó Al Asad, subrayando que "hay una gran diferencia".
"No ha habido órdenes de matar o de actuar con brutalidad", agregó el presidente sirio. "Ningún Gobierno en el mundo mata a su propio pueblo a menos que lo encabece un loco".
El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, indicó, a su vez, que no es descabellado pensar que Al Asad esté, en efecto, loco.
"En la entrevista, se mostró absolutamente desconectado de la realidad que está ocurriendo en su país y la represión brutal desatada contra el pueblo sirio. O es desconexión, o es desprecio, o es, como él ha dicho, locura", dijo Toner en su conferencia de prensa diaria.
El portavoz consideró que una explicación posible a su actitud es que el entorno de Al Asad le mantenga aislado de los sucesos en Siria.
"A juzgar por el contenido de esta entrevista, eso parece. También es posible que esté intentando crear una imagen de sí mismo como alguien que no está detrás de las decisiones del Gobierno", aventuró.
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