MOSCU/WASHINGTON.- El primer ministro ruso, Vladimir Putin, ha acusado a Estados Unidos de fomentar las protestas por fraude electoral en las elecciones del pasado domingo inyectando cientos de millones de dólares. En concreto, señaló a la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton.
"Ha dado la nota para ciertos activistas opositores, les ha enviado una señal. Ellos la han escuchado y han comenzado a trabajar activamente", ha afirmado Putin durante un acto político.
Además, Putin, líder del partido vencedor, Rusia Unida, ha acusado a parte de los manifestantes que se concentran a diario en Moscú de tener objetivos políticos egoístas y ha asegurado que la gran mayoría de los rusos no quieren la inestabilidad política de países como Ucrania o Kirguistán.
"Todos somos adultos y comprendemos que algunos (...) de los organizadores actúan en concordancia con un escenario bien conocido y sus propios intereses políticos mercenarios", ha añadido.
Estados Unidos ha expresado su "grave preocupación" ante las denuncias de irregularidades durante las elecciones legislativas y Clinton ha llegado a insinuar incluso que no fueron unos comicios justos.
Posteriormente, la Casa Blanca ha advertido de que seguirá denunciando violaciones de Derechos Humanos allá donde ocurran, "en Rusia o en otros países", después de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, haya acusado a Estados Unidos de alentar las protestas por el supuesto fraude electoral en las últimas elecciones parlamentarias.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha salido al paso de las críticas de Putin defendiendo la postura de Estados Unidos. "Cuando los derechos son violados, en Rusia o en otros países, lo decimos", ha subrayado.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha instado también este jueves al Gobierno ruso a tomar "decisiones que reflejen la importancia de tener elecciones libres, justas y creíbles" en el país en línea con las recomendaciones de los observadores independientes, pero ha dejado claro que compete al Gobierno y pueblo rusos decidir si deben repetirse los comicios legislativos del pasado domingo o no.
Posteriormente, la Casa Blanca ha advertido de que seguirá denunciando violaciones de Derechos Humanos allá donde ocurran, "en Rusia o en otros países", después de que el primer ministro ruso, Vladimir Putin, haya acusado a Estados Unidos de alentar las protestas por el supuesto fraude electoral en las últimas elecciones parlamentarias.
El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha salido al paso de las críticas de Putin defendiendo la postura de Estados Unidos. "Cuando los derechos son violados, en Rusia o en otros países, lo decimos", ha subrayado.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, ha instado también este jueves al Gobierno ruso a tomar "decisiones que reflejen la importancia de tener elecciones libres, justas y creíbles" en el país en línea con las recomendaciones de los observadores independientes, pero ha dejado claro que compete al Gobierno y pueblo rusos decidir si deben repetirse los comicios legislativos del pasado domingo o no.
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