LONDRES.- El ejército sirio disparó contra miles de personas que se manifestaron este viernes en todo el país para reclamar que el Ejército Sirio Libre (ESL) pueda recibir armas desde el extranjero, tras la caída del bastión rebelde de Baba Amr, en la ciudad de Homs (centro del país).
Al menos 35 personas murieron este viernes como consecuencia de la represión, incluyendo a 10 en Baba Amr después de que las fuerzas del régimen ocuparon el jueves ese barrio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Gran Bretaña.
Este viernes por la mañana, siete camiones del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Media Luna Roja Árabe Siria (CRAS) llegaron a Homs con alimentos, medicamentos, mantas y leche infantil, pero no fueron autorizados a entrar en Baba Amr, un barrio asediado por los bombardeos desde el pasado 4 de febrero, una situación que el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, calificó de "inaceptable".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, exigió a Siria que deje ingresar en Baba Amr el convoy de ayuda humanitaria.
La ciudad de Homs es uno de los principales focos de contestación en Siria, un país que vive desde mediados de marzo pasado una revuelta contra el régimen del presidente sirio, Bashar Al Asad, cuya represión causó ya más de 7.500 muertos, según la ONU.
En el barrio de Baba Amr, donde el ejército retomó el control el jueves, seguía sin haber electricidad, ni comida, ni medios de comunicación, según los militantes.
El Alto Comisariado de la ONU de los Derechos Humanos llamó a las autoridades sirias a no tomar "represalias" en Baba Amr, después de haber recibido informaciones no confirmadas de 17 ejecuciones sumarias.
Rami Abdel Rahman, jefe del OSDH, dijo que 10 sirios murieron el viernes en Baba Amr y otros 12 en Rastán (provincia de Homs), entre ellos cinco niños, cuando un cohete lanzado por el ejército cayó en medio de una manifestación.
Cuatro personas murieron en la provincia de Idlib (noroeste) por los disparos del ejército, tres en Alepo (segunda ciudad del país) y otros tres en Deir Ezzor (este), dos en Duma (afueras de Damasco) y uno en Hama (centro).
Además de los fallecidos, numerosas personas resultaron heridas cuando las fuerzas de seguridad dispararon con fuego real contra manifestantes en varias ciudades del país.
El OSDH precisó que 21 personas murieron el jueves en Homs, entre ellas 17 civiles que perecieron en medio de la batalla por Baba Amr.
Los militantes contrarios al régimen habían llamado este viernes a manifestarse en todo el país para reclamar, tras la caída de Baba Amr, armas para el ESL.
El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal instancia de la oposición, acaba de crear una oficina militar para organizar el abastecimiento en armas.
Frente a la parálisis de la comunidad internacional, el CNS dijo haber llamado a hombres de negocios sirios y árabes a financiar las operaciones rebeldes. Países como Qatar ya anunciaron su disposición a hacerlo.
Reunidos en la cumbre de Bruselas, los dirigentes de la Unión Europea (UE) advirtieron al régimen de Asad que los responsables de la sangrienta represión "tendrán que responder de sus actos".
Una participación de la Corte Penal Internacional para sancionar la represión en Siria necesita del visto bueno del Consejo de Seguridad de la ONU, donde Damasco cuenta con el apoyo de Rusia y China.
Moscú, no obstante, comenzó a distanciarse de Damasco. "Las reformas propuestas (por el régimen sirio) deberían haberse aplicado hace ya mucho tiempo", dijo este viernes el primer ministro y candidato a las presidenciales Vladimir Putin, quien negó que su país tenga "una relación particular con Siria".
El presidente estadounidense, Barack Obama, auguró que los días de Asad están contados: "No es un asunto de si sucederá o no, sino de cuándo", aseguró Obama en una entrevista a la revista The Atlantic.
Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció este viernes que su país cerrará la embajada de Damasco, antes de desplazarse al aeropuerto militar de Villacoublay (región parisina), donde recibió a los periodistas Edith Bouvier y William Daniels, quienes tras varios días atrapados en Baba Amr pudieron huir el jueves a Líbano.
Bouvier resultó gravemente herida en una pierna el pasado 22 de febrero, durante el bombardeo en el que fallecieron la reportera estadounidense Marie Colvin y el fotógrafo francés Rémi Ochlik.
La fiscalía de París anunció la apertura de una investigación por el asesinato de Ochlik y por intento de asesinato en el caso de Bouvier.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha manifestado este viernes su preocupación por las denuncias que apuntan a ejecuciones arbitrarias, detenciones y torturas supuestamente cometidas por las fuerzas del régimen sirio en la ciudad de Homs.
En una declaración ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Ban ha denunciado el "gran asalto" lanzado ayer sobre Homs por las tropas del Gobierno de Bashar al Assad. "Las bajas civiles claramente han sido grandes", ha lamentado.
Para Ban, "el Gobierno sirio no ha cumplido con su responsabilidad de proteger a la población", y en este sentido se ha mostrado preocupado por los informes "espeluznantes" que llegan desde Homs y que hablan de "ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias y torturas".
El embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, ha lamentado en su turno la retórica "extremadamente violenta" utilizada por Ban y basada en "informes, opiniones o rumores". Estas denuncias "vienen de la oposición, de personas desde el exterior o de personas que viven en países que son enemigos de Siria", ha asegurado.
En términos similares a los utilizados de forma recurrente por el Gobierno de Al Assad, Jaafari se ha referido a la oposición como "grupos terroristas armados". Ha instado a Ban Ki Moon a conocer mejor lo que pasa sobre el terreno porque, según ha dicho, "no está debidamente informado".
Precisamente Ban se había referido antes de la sesión en la Asamblea al acceso a los lugares en conflicto y había instado a Damasco a permitir el acceso de las ONG y de la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
El secretario general de la ONU se preguntó ante la prensa de qué tiene "miedo" el régimen de Al Assad.
Desde Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, ha manifestado este viernes su preocupación por las denuncias que apuntan a ejecuciones arbitrarias, detenciones y torturas supuestamente cometidas por las fuerzas del régimen sirio en la ciudad de Homs.
En una declaración ante la Asamblea General de Naciones Unidas, Ban ha denunciado el "gran asalto" lanzado ayer sobre Homs por las tropas del Gobierno de Bashar al Assad. "Las bajas civiles claramente han sido grandes", ha lamentado.
Para Ban, "el Gobierno sirio no ha cumplido con su responsabilidad de proteger a la población", y en este sentido se ha mostrado preocupado por los informes "espeluznantes" que llegan desde Homs y que hablan de "ejecuciones sumarias, detenciones arbitrarias y torturas".
El embajador sirio ante la ONU, Bashar Jaafari, ha lamentado en su turno la retórica "extremadamente violenta" utilizada por Ban y basada en "informes, opiniones o rumores". Estas denuncias "vienen de la oposición, de personas desde el exterior o de personas que viven en países que son enemigos de Siria", ha asegurado.
En términos similares a los utilizados de forma recurrente por el Gobierno de Al Assad, Jaafari se ha referido a la oposición como "grupos terroristas armados". Ha instado a Ban Ki Moon a conocer mejor lo que pasa sobre el terreno porque, según ha dicho, "no está debidamente informado".
Precisamente Ban se había referido antes de la sesión en la Asamblea al acceso a los lugares en conflicto y había instado a Damasco a permitir el acceso de las ONG y de la secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
El secretario general de la ONU se preguntó ante la prensa de qué tiene "miedo" el régimen de Al Assad.
"Estamos listos para movilizarnos, pero no tenemos acceso", lamentó en estas declaraciones.
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