BERLÍN.- El diario alemán 'Bild' considera un "gran escándalo" el hecho de que la princesa Corinna Zu Sayn-Wittgenstein "comparta incluso alfombra roja con el Rey Juan Carlos" en el extranjero.
En el relato de la relación entre el Monarca español y la alemana,
'Bild' cita informaciones de El Mundo y el libro publicado por Pilar Eyre,
pero por primera vez publica una fotografía, tomada en Stuttgart en
2006, en la que aparece Corinna recibiendo honores militares junto al
Rey de España, en la alfombra roja. Sin embargo, fuentes de la Zarzuela
han explicado a ELMUNDO.es que la princesa Corinna no llegó en el viaje
junto a Don Juan Carlos, sino que formaba parte de la comitiva de
bienvenida.
'Bild' menciona también un viaje a Arabia Saudí y se pregunta "¿Cómo soporta Doña Sofía a Don Juan?", expresando lástima por una reina intachable colocada en esta dolorosa situación por su propio marido. "¡Pobre reina Sofía! ¿Se mantendrá mucho más tiempo el matrimonio real?".
También en España la amistad de Don Juan Carlos con Corinna Zu
Sayn-Wittgenstein está dando mucho de qué hablar. El jueves, el diario
'El País' publicaba la siguiente información: "Don Juan Carlos mantendrá
a partir de ahora una mayor discrección con respecto a las amistades
personales que le acompañan en sus actividades particulares y
desplazamientos.
No obstante, añaden fuentes oficiales, el Rey no renunciará a estas amistades,
que incluyen la estrecha relación que desde hace años mantiene con la
princesa alemana Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, empresaria y organizadora
de safaris, que también acompañaba al monarca en la cacería de
Botsuana".
Sin embargo, desde la Casa Real han matizado que las fuentes
oficiales citadas por 'El País' no son fuentes de la Zarzuela y que la
Casa Real nunca informa sobre la vida privada del Monarca.
Revistas alemanas
Las revistas del corazón alemanas han reaccionado rápidamente y con
duras críticas a estas informaciones que insinúan una doble vida del
Rey. '20 Minutten' le reprocha su "crueldad con la Reina" y la redactora
jefe de 'Bunte' en Munich, Patricia Riekel, ha dicho en un 'talk show'
televisivo que, "al igual que el recientemente dimitido presidente
alemán, Christian Wulff, el Rey de España debe saber que un jefe de Estado no tiene amigos. Sus amigos son los amigos de España y nada más".
El hecho es que Corinna, cuyo apellido de soltera es Larsen y que
según 'Bild Zeitung' pasa esta tormenta mediática en su casa de Mónaco,
es hoy la indiscutible protagonista de la prensa rosa alemana. Nació
hace 47 años en Frankfurt. Su padre, Finn Bönning Larsen, de nacionalidad danesa, era el representante en Europa de las líneas aéreas brasileñas Varig.
Fue una persona respetada y querida en la capital económica de
Alemania, donde colaboró financieramente para la reconstrucción de la
Ópera y en la construcción del palacio de hielo. Tuvo dos hijos, Sven Erik y Corinna. La madre, Ingrid, sigue viviendo en Frankfurt.
El lado frívolo y mundano de Corinna, que se manifestó muy pronto, no
era muy bien aceptado por su padre, una persona con conciencia social y
con espíritu de mecenazgo. Tuvo que admitir que su única hija se casara
muy joven con un empresario británico, Phillip Atkins, con quien tuvo en 1992 una hija, Nastassi.
El matrimonio no duró mucho y pronto llegó un sustituto: Gert-Rudolf Flick,
Mick para los amigos, millonario con residencia en Suiza, nieto del
fundador de uno de los grandes consorcios industriales de la República
Federal y que cuenta con tres matrimonios en su haber. Pero poco después
se cruzó en su vida un aristócrata once años más joven que ella, Casimir Zu Sayn- Wittgenstein, Cassi.
Se casaron por lo civil en Londres en 2000 a pesar
de la fuerte oposición de la familia, cuyos orígenes aristocráticos se
remontan al siglo XVII y están vinculados a la ciudad de Coblenza. El
matrimonio religioso tuvo lugar un año después, en la ciudad austríaca
de Salzburgo, una vez lograda la anulación del enlace británico.
Apenas nació el hijo común, Alexander, la pareja hizo vidas separadas,
para satisfacción de los Zu Sayn-Wittgenstein, que nunca llegaron a
aceptar a la plebeya, mucho mayor que Cassi, y que aportaba una hija
extra al matrimonio. El divorcio llegó cinco años después, en 2005.
En mayo de 2006 la recién divorciada coincidía por vez primera con el Rey de España en la entrega de los Premios Laureus en Barcelona.
En los últimos años Corinna Zu Sayn se ha dado a conocer en los salones
y eventos de la jet set europea, presentándose como princesa ya que
había conseguido mantener su título nobiliario tras el divorcio.
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