ATENAS.- Casi 2.500 años años después de la condena de Sócrates
por haber desafiado las leyes de la polis, Atenas vuelve a "juzgar" al filósofo griego, para sacar lecciones a la luz de la
crisis actual.
"Aquí estamos hablando de democracia contra oligarquía, de libertad
de expresión en tiempos de crisis nacional, de la sabiduría de los
electores contra su no-sabiduría", y gracias al proceso ficticio se
podrán "debatir de nuevo todos estos temas", se felicita Loretta Preska,
una jueza neoyorquina que será la presidenta del tribunal.
Sócrates se defendió a sí mismo en el siglo IV a.C. ante 500
atenienses, ciudadanos, jueces y jurados. En la fundación
Onassis de Atenas, un panel de diez jueces europeos y estadounidenses
escucharán los argumentos de abogados internacionales a favor o en
contra de su culpabilidad.
Los jueces y el público -800 espectadores y los internautas que
seguirán la audiencia en directo (http://www.sgt.gr)- decidirán si
Sócrates fue culpable de desafiar a los dioses de la polis, introducir
nuevas creencias y corromper a la juventud.
Traidor para unos, maestro para otros, Sócrates ponía en tela de
juicio la "doxa", la opinión comúnmente aceptada, a base de preguntas,
con las que llevaba a sus discípulos a formular pensamientos que estaban
latentes en ellos. El método se conoce como mayéutica.
Sus enseñanzas, que nunca escribió y fueron preservadas por su
discípulo Platón, indagaban un vasto abanico de temas, entre ellos la
política y la moral, lo que le granjeó muchos enemigos.
"Claro que hay un vínculo entre el proceso de Sócrates y la
actualidad, pero no sólo la actualidad griega. El tema es diacrónico e
intercultural", explica Anthony Papadimitriu, presidente de la fundación
Onassis, organizadora del evento.
A través de Sócrates, "se aborda la cuestión de los límites de la
libertad de palabra y pensamiento. ¿Hasta dónde puede ir el ciudadano
que está contra el régimen? ¿Cuáles son los derechos del régimen
democrático contra los ciudadanos?", explica.
"También se plantea la cuestión de la justicia. La idea de la
inocencia de Sócrates fue un pretexto para difamar la democracia
ateniense. Se trata pues de restablecer la reputación de la democracia
griega", dice Papadimitriu, que defenderá la polis de Atenas.
Patrick Simon, abogado francés, será uno de los defensores de Sócrates.
"¿Debe la democracia tener miedo de las opiniones contrarias y del
libre arbitrio? ¿Hay que condenar ideas?", se interroga el abogado,
divertido de poder participar en el proceso.
Los organizadores consideran que el proceso ficticio puede ser benéfico para una Grecia en plena crisis.
En los últimos meses la cuestión misma de la democracia ha agitado el debate en el país.
La violencia del Estado contra un pueblo encolerizado por las duras
medidas de rigor, como ha ocurrido en las manifestaciones contra los
planes de austeridad, o la cuestión de la legitimidad del anterior
gobierno de Lucas Papademos, no electo, han suscitado muchos
interrogantes.
"Puede que Grecia esté viviendo un período difícil, pero pensamos que
deberíamos superar esta fase, como superamos a los romanos, los turcos,
los alemanes y la cicuta", destaca Papadimitriu.
"También espero que superemos la sabiduría de los electores",
ironiza, días antes de la celebración el 17 de junio de nuevas
elecciones legislativas. En los anteriores comicios, los partidos
hostiles a la austeridad obtuvieron mayoría y no se pudo formar un
gobierno de coalición.
El voto de los griegos, que tiene tintes de referendo a favor o en
contra del euro, se espera con mucha atención en el extranjero.
Según los sondeos, el partido más votado será el de izquierda radical
Syriza, que pide la anulación de las medidas de austeridad impuestas al
país a cambio de la asistencia financiera de la UE y el Fondo Monetario
Internacional.
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