miércoles, 13 de junio de 2012

El Ejército egipcio podrá detener a civiles y juzgarlos en tribunales castrenses

EL CAIRO/DUBAI.- El Ministerio de Justicia de Egipto ha aprobado este miércoles un decreto que permitirá a las Fuerzas Armadas arrestar a civiles y procesarlos en tribunales castrenses, según ha informado el diario 'Al Ahram'. 

   La medida supone volver a conceder al Ejército una potestad que había mantenido en los últimos treinta años por la vigencia de la Ley de Emergencia, que restringía las libertades básicas de los ciudadanos y otorgaba capacidades reforzadas a las autoridades en materia de seguridad.
   Tras la derogación de esa norma, exigida por los manifestantes que, con sus protestas, lograron derrocar el 11 de febrero de 2011 al entonces presidente, Hosni Mubarak, los únicos que podían detener a civiles eran los agentes de la Policía, que depende del Ministerio del Interior.
   El decreto señala que los militares podrán detener a los civiles que hayan cometido delitos que afecten al Gobierno, que tengan o usen explosivos, se resistan a las autoridades, que hayan participado en la destrucción de propiedades privadas o monumentos, por obstruir el tráfico y por hacer huelga en instituciones que "sirvan para el bien público" o afecten al derecho al trabajo.
   Según el Ministerio, el nuevo decreto se basa en una ley de 1966 y estará en vigor hasta que sea aprobada la nueva Constitución, que está siendo redactada actualmente por los representantes de los partidos elegidos en la Asamblea en las elecciones legislativas que acabaron en enero.
   Las diferentes facciones que se encargan de redactar la Carta Magna se han enfrentado en diversas ocasiones. Las formaciones liberales y de izquierdas volvieron a abandonar la comisión el lunes tras acusar a los representantes del Partido Libertad y Justicia, de los Hermanos Musulmanes y que consiguió ser la formación más votada en los comicios, de no aceptar ningún punto propuesto por otros grupos.  
   Varias organizaciones defensoras de los Derechos Humanos han criticado la aprobación del nuevo decreto, ya que convertiría a Egipto en un "estado militar". "Varios crímenes contemplados en el decreto son realmente derechos, como la libertad de expresión contra las autoridades o las leyes actuales, acudir a manifestaciones o hacer huelga", han señalado en un comunicado quince organizaciones no gubernamentales locales.
   Estas organizaciones han criticado al consejo Supremo de las fuerzas Armadas, el Gobierno que dirige Egipto desde la caída de Hosni Mubarak en febrero de 2011, por su gestión de la seguridad. "En vez de reestructurar el Ministerio del Interior, el Consejo está dando al Ejército un papel mayor en los asuntos internos, un papel que debería limitarse para las cuestiones exteriores", han añadido.

Bahrein también amenaza

El rey Hamad bin Isa al Jalifa de Bahréin ha advertido de que no permitirá más "insultos" a las Fuerzas Armadas, un mensaje aparentemente dirigido a la formación política opositora Wefaq tras sus criticadas contra la actuación del Ejército.
   El Ejército, dirigido por el mariscal de Campo Jalifa bin Ahmed, estuvo al frente de la represión de las manifestaciones de la mayoría chií que comenzaron en febrero de 2011. Las autoridades bahreiníes tuvieron que pedir ayuda al Ejército saudí, que envió tanques y unos 1.000 soldados, para contener las protestas.
   "Hemos escuchado algunas opiniones en los últimos días que están extendiendo el odio y que suponen un abuso de la libertad de expresión para insultar a las Fuerzas de Defensa de Bahréin y, sin duda, es nuestro trabajo impedir que esto se repita", ha señalado el rey en un discurso en un cuartel militar.
   "Las autoridades deben tomar las medidas legales necesarias para acabar con estas violaciones", ha afirmado, según la agencia oficial BNA. Ali Salman, líder de Wefaq, criticó el martes al Ejército en un acto al decir que las tropas no conseguirán acabar con las protestas en favor de cambios democráticas en la isla.
   "Nos subestimáis y creéis que lo que habéis hecho nos detendrá a la hora de defender nuestros derechos, pero no importa la fuerza bruta que habéis empleado con nosotros, fracasaréis", ha declarado. Pese a los intentos de reprimir las protestas, Wefaq organiza todas las semanas actos en contra del Gobierno y la Policía se enfrenta casi a diario a jóvenes que se manifiestan en contra de las autoridades.
   Por otro lado, la fiscalía bahreiní ha convocado al dirigente de Wefaq Sayed Hadi al Mousawi para interrogarle y ha extendido una semana más la detención contra el activista y presidente del Centro de Bahréin para los Derechos Humanos (BCHR), Nabil Rajab, tras criticar en Twitter al primer ministro Jalifa bin Salman.
   Rajab, uno de los iconos de las protestas pro democráticas en el país, aseguró la semana pasada a través de su cuenta oficial en la red social Facebook que pese a los cinco casos presentados por las autoridades contra él no cambiará su convicción de que "el rey es un tirano y su tío (el primer ministro) un ladrón y un asesino".

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