BUENOS AIRES.- Miles de personas han protagonizado anoche
una gran protesta con cacerolas en la conocida Plaza de Mayo de Buenos
Aires --frente a la sede del Ejecutivo argentino-- contra las políticas
del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
La convocatoria se hizo a través de las redes sociales y,
hasta el momento, ningún partido político se ha atribuido la
organización de esta manifestación. Tampoco se escucharon consignas
políticas ni se vieron banderas de organizaciones.
Varios manifestantes declararon a los medios de comunicación
que el verdadero objetivo era protestar contra las "fracasadas"
políticas del Gobierno de Fernández de Kirchner para combatir la
inseguridad, la corrupción y la inflación, los principales problemas que
aquejan a la sociedad argentina.
En esta ocasión, los argentinos añadieron a su lista de
demandas la flexibilización de las restricciones para la compra de
dólares estadounidenses, pues aseguran que la economía podría empeorar
si el Gobierno continúa restringiendo la adquisición de divisas tanto a
particulares como a empresarios.
Algunas estimaciones apuntan a que fueron unas 4.500 personas
las que se concentraron en la Plaza de Mayo, justo al frente de la Casa
Rosada, mientras que otras cientos se congregaron en las avenidas
cercanas y frente a la residencia presidencial de Olivos.
"Nos molesta que dicen que están a favor de combatir la
pobreza pero que realmente no hagan nada. Estamos hartos de la
corrupción y de la inseguridad", ha dicho Joaquín Cúneo, de 21
años. "Algunas cosas las hacen bien (las autoridades), pero muchas las
hacen mal", ha denunciado.
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