MADRID.- El movimiento 15M había convocado para este
sábado a las 18 horas una manifestación desde la sede de la Unión
Europea, en Madrid, ubicada en el Paseo de la Castellana, en las
inmediaciones de la Plaza Emilio Castelar, hasta la Puerta del Sol,
pasando por Neptuno, para rechazar "cacerola en mano" el pago de la que
consideran una deuda "ilegítima y odiosa".
Bajo el lema 'No debemos, no pagamos', los indignados hicieron
pacíficamente un recorrido por los principales "centros de poder"
ubicados en la
capital, tales como la sede de la Unión Europea, el Congreso o el Banco
de España, donde querían "señalar a los culpables" de "convertirlo todo
en mercancía con la que hacer negocio" y de la "especulación".
Según explican en su web, con esta protesta desean exigir "la
moratoria en el pago de la deuda hasta realizar una auditoría
ciudadana", la "creación de una banca pública", el "cese inmediato de
las privatizaciones y recortes", la "anulación" de la reforma laboral"
así como "responsabilidades civiles y penales a los gestores políticos y
económicos que han generado la deuda ilegítima".
La protesta, que había recibido el respaldo de la Coordinadora 25S,
que organizó las manifestaciones en los alrededores del Congreso, se
enmarcaba dentro de una convocatoria a nivel internacional bajo el lema
'Global Noise' (Ruido Global), a la que ya se habían sumado, además de
Madrid, decenas de ciudades en todo el mundo, para hacer "una cacerolada
internacional".
"Vamos a salir a la calle cacerola en mano en cientos de ciudades
de todo el mundo. Dado que no nos quieren escuchar, vamos a hacer ruido
para mostrar nuestra repulsa a las desigualdades y la opresión de un
sistema económico injusto que pone al capital delante de las personas",
defienden.
Miles de personas salieron hoy, pues, a las calles de Madrid y de otras ciudades de España para denunciar el pago de lo que consideran una deuda ilegítima y odiosa.
Cacerola en mano, los manifestantes, convocados por el Movimiento 15M -bautizado así por las multitudinarias protestas del 15 de mayo de 2011- marcharon desde la sede de la Unión Europea en Madrid hasta la Puerta del Sol, sitio donde nació esta plataforma social.
Bajo el lema "No debemos, no pagamos", el 15-M o los indignados, como también se conocen, exigieron la moratoria en el pago de la deuda hasta realizar una auditoría ciudadana, la creación de una banca pública y el cese inmediato de las privatizaciones y los recortes.
Reclamaron, además, la anulación de la reforma laboral del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que abarata y facilita el despido de los trabajadores, así como responsabilidades civiles y penales a los gestores políticos y económicos que generaron la deuda ilegítima.
Las protestas en Madrid y otras ciudades españolas se enmarcan dentro de una jornada denominada Global Noise (Ruido Global), a la que se sumaron varias urbes en todo el mundo para hacer una cacerolada internacional.
El objetivo de esta acción global es mostrar el rechazo al pago de una deuda que, consideran sus promotores, la gran parte de la ciudadanía no ha contribuido a engrosar.
En España, el 80% de ese débito es privado en manos fundamentalmente de bancos y empresas, que han obtenido suculentos beneficios especulando con la vivienda y otros productos financieros, precisaron.
Con los rescates y las ayudas a la banca ese adeudo privado se está convirtiendo en público, que pagamos todos a costa de nuestros derechos sociales y laborales, aseguraron los promotores de la iniciativa en un comunicado.
Los indignados subrayaron que existen alternativas a estas políticas económicas que no se aplican porque, según su criterio, los gobiernos, instituciones, bancos, multinacionales y grandes fortunas sólo miran por sus propios intereses, contrarios a la democracia y la ciudadanía.
El sonido de cacerolas, sartenes, cencerros y panderetas también se sintió en urbes como Barcelona, Valencia, Sevilla y Santander.
Además de Madrid, otras ciudades españolas han acogido este sábado manifestaciones contra la deuda. Así, en Barcelona, unos 1.500 'indignados', según datos de los Mossos d'Esquadra', han secundado la acción convocada a nivel mundial bajo el lema 'No debemos, no pagamos'.
La convocatoria de Barcelona, encabezada por los 'iaioflautas', ha recorrido calles como la Gran Via de les Corts Catalanes, plaza Catalunya, paseo de Gràcia, Aragó y Roger de Llúria, pasando por las sedes de la Delegación del Gobierno en Cataluña, la Bolsa y CiU, custodiadas por la policía.
En Valencia, decenas de personas han secundado la convocatoria para mostrar asimismo su rechazo a las ayudas públicas a la banca bajo el lema 'No debemos, no pagamos'. La Plaza del Ayuntamiento ha sido el escenario elegido para la protesta, convocada en Valencia por el colectivo 15M, Democracia Real Ya, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Valencia y la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute País Valencià.
En Sevilla han sido varias decenas de personas, cerca de 300 según los organizadores, los que han secundado la protesta que recorre las calles del centro de la capital hispalense que ha partido de la Puerta de Jerez a las 18,00 horas y que terminará frente a la sede del Banco de España, en la Plaza de San Francisco.
Según ha informado fuentes del 15M Sevilla, colectivo que ha organizado esta acción en la capital, se pretendía generar "un ruido global de protesta que inunde de forma simultánea las calles de cientos de ciudades de todo el mundo y rechazar que sobre la ciudadanía recaiga el pago de una deuda ilegítima y odiosa, que no es nuestra y que ha sido contraída contra los intereses de la mayoría de la población".
En Santander, unas 80 personas han respaldado la cacerolada contra las "desigualdades y la opresión de un sistema económico injusto que pone al capital por delante de las personas" que se ha celebrado en la Plaza Porticada a las 18.00 horas.
Miles de personas salieron hoy, pues, a las calles de Madrid y de otras ciudades de España para denunciar el pago de lo que consideran una deuda ilegítima y odiosa.
Cacerola en mano, los manifestantes, convocados por el Movimiento 15M -bautizado así por las multitudinarias protestas del 15 de mayo de 2011- marcharon desde la sede de la Unión Europea en Madrid hasta la Puerta del Sol, sitio donde nació esta plataforma social.
Bajo el lema "No debemos, no pagamos", el 15-M o los indignados, como también se conocen, exigieron la moratoria en el pago de la deuda hasta realizar una auditoría ciudadana, la creación de una banca pública y el cese inmediato de las privatizaciones y los recortes.
Reclamaron, además, la anulación de la reforma laboral del gobierno conservador de Mariano Rajoy, que abarata y facilita el despido de los trabajadores, así como responsabilidades civiles y penales a los gestores políticos y económicos que generaron la deuda ilegítima.
Las protestas en Madrid y otras ciudades españolas se enmarcan dentro de una jornada denominada Global Noise (Ruido Global), a la que se sumaron varias urbes en todo el mundo para hacer una cacerolada internacional.
El objetivo de esta acción global es mostrar el rechazo al pago de una deuda que, consideran sus promotores, la gran parte de la ciudadanía no ha contribuido a engrosar.
En España, el 80% de ese débito es privado en manos fundamentalmente de bancos y empresas, que han obtenido suculentos beneficios especulando con la vivienda y otros productos financieros, precisaron.
Con los rescates y las ayudas a la banca ese adeudo privado se está convirtiendo en público, que pagamos todos a costa de nuestros derechos sociales y laborales, aseguraron los promotores de la iniciativa en un comunicado.
Los indignados subrayaron que existen alternativas a estas políticas económicas que no se aplican porque, según su criterio, los gobiernos, instituciones, bancos, multinacionales y grandes fortunas sólo miran por sus propios intereses, contrarios a la democracia y la ciudadanía.
El sonido de cacerolas, sartenes, cencerros y panderetas también se sintió en urbes como Barcelona, Valencia, Sevilla y Santander.
Además de Madrid, otras ciudades españolas han acogido este sábado manifestaciones contra la deuda. Así, en Barcelona, unos 1.500 'indignados', según datos de los Mossos d'Esquadra', han secundado la acción convocada a nivel mundial bajo el lema 'No debemos, no pagamos'.
La convocatoria de Barcelona, encabezada por los 'iaioflautas', ha recorrido calles como la Gran Via de les Corts Catalanes, plaza Catalunya, paseo de Gràcia, Aragó y Roger de Llúria, pasando por las sedes de la Delegación del Gobierno en Cataluña, la Bolsa y CiU, custodiadas por la policía.
En Valencia, decenas de personas han secundado la convocatoria para mostrar asimismo su rechazo a las ayudas públicas a la banca bajo el lema 'No debemos, no pagamos'. La Plaza del Ayuntamiento ha sido el escenario elegido para la protesta, convocada en Valencia por el colectivo 15M, Democracia Real Ya, la Plataforma de Afectados por las Hipotecas (PAH) de Valencia y la Plataforma Auditoria Ciutadana del Deute País Valencià.
En Sevilla han sido varias decenas de personas, cerca de 300 según los organizadores, los que han secundado la protesta que recorre las calles del centro de la capital hispalense que ha partido de la Puerta de Jerez a las 18,00 horas y que terminará frente a la sede del Banco de España, en la Plaza de San Francisco.
Según ha informado fuentes del 15M Sevilla, colectivo que ha organizado esta acción en la capital, se pretendía generar "un ruido global de protesta que inunde de forma simultánea las calles de cientos de ciudades de todo el mundo y rechazar que sobre la ciudadanía recaiga el pago de una deuda ilegítima y odiosa, que no es nuestra y que ha sido contraída contra los intereses de la mayoría de la población".
En Santander, unas 80 personas han respaldado la cacerolada contra las "desigualdades y la opresión de un sistema económico injusto que pone al capital por delante de las personas" que se ha celebrado en la Plaza Porticada a las 18.00 horas.
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