MADRID.- Izquierda Unida (IU) quiere que el
Gobierno ponga en marcha un mecanismo para controlar el contenido de los
programas con los que los partidos se presentan a las elecciones que
incluya la posibilidad de revocar a aquellos políticos que lo incumplan.
Éste es uno de los puntos que el grupo parlamentario de la Izquierda Plural
(IU-ICV-CHA) ha incluido en la moción, que se debatirá el próximo
martes en el Pleno del Congreso y que es consecuencia de la
interpelación que su portavoz, José Luis Centella, planteó a finales de
octubre a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
De la misma, la federación de izquierdas emplaza al Ejecutivo a
reformar las condiciones laborales de todos los cargos públicos, de
manera que se incluyan en el Régimen General de la Seguridad Social,
y que fije los salarios de todos ellos, incluidos diputados,
senadores, alcaldes y concejales, y que realice un control rígido de las
incompatibilidades.
También plantea, entre otras medidas, modificar la vigente Ley
Electoral para hacerla más justa, reformas legales para hacer efectivos
todos los artículos de la Constitución, regular la convocatoria de
referendos vinculantes, mejoras en las Iniciativas Legislativas
Populares (ILP) y la "desvinculación total del Estado con cualquier confesión religiosa".
Y para analizar estas propuestas y otras que pudieran presentar
otros grupos de la oposición, el texto de IU propone la puesta en marcha
de una subcomisión en el seno de la Comisión Constitucional del
Congreso para que durante un año en la misma se estudien las reformas
legales o medidas que debieran tomarse para revitalizar el sistema
democrático.
Dicho órgano parlamentario, en el que IU sugiere que puedan
participar colectivos sociales y ciudadanos, debería servir para
encontrar fórmulas que profundicen en la participación directa de la
ciudadanía en la vida política y mejoren la identificación entre
representantes y representados y del propio funcionamiento del Congreso.
Por último, el grupo parlamentario que capitanea Cayo Lara
aprovecha su iniciativa para pedir que el hemiciclo reconozca
formalmente que el pasado 25 de septiembre, cuando tuvo lugar la primera
protesta de 'Rodea el Congreso', no se alteró el funcionamiento normal
de la Cámara y para instar a la no criminalización de los movimientos
ciudadanos que se manifiestan contra las consecuencias de la crisis.
En la misma sesión plenaria se analizará una proposición de ley de
IU-ICV-CHA y BNG que abre la puerta a celebrar un referéndum consultivo
sobre los recortes acometidos por el Gobierno desde su llegada al
poder, una idea defendida también por los sindicatos en la huelga
general del pasado 14 de noviembre. La toma en consideración de esta
propuesta, que supone una reforma de la Ley Orgánica de 1980 que regula
las distintas modalidades de referéndum, se discutirá dos semanas
después de esa jornada de huelga.
En la proposición se argumenta que las medidas anunciadas por
Rajoy el pasado 11 de julio --entre las que figuraba la retirada de la
paga extra a los funcionarios y la subida del IVA--, son "muy similares" a las que adoptaron Grecia, Portugal e Irlanda, y que supusieron un "fracaso", y son, además, "socialmente injustas y de extrema gravedad" para la ciudadanía.
Pese a que los 'populares' aplican "con mano de hierro" estos recortes, a su juicio el Gobierno carece de legitimidad para ello por cuanto que esas medidas "no cuentan con el aval democrático de los electores"
al no estar contempladas en el programa con el que el PP concurrió a
las generales hace ahora un año. De hecho, destacan que alguna de las
medidas adoptadas, como el incremento de los tipos en el IVA, "contradice abiertamente" los compromisos electorales del PP.
De ahí, apuntan, la necesidad de que los ciudadanos, en tanto que depositarios de la soberanía, "tomen la palabra y se pronuncien sobre este programa de recortes".
"Es necesaria la convocatoria de un referéndum que dé voz a la
ciudadanía para que se pronuncie sobre unas medidas que están empeorando
muchos de sus derechos", indican.
Para abrir estos "canales de participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones",
la idea pasa por desarrollar el artículo 92 de la Constitución, que
establece la posibilidad de que las decisiones políticas de especial
trascendencia puedan ser sometidas a referéndum consultivo de todos los
ciudadanos.
En concreto, abogan por reformar la Ley de Referéndum para
introducir la obligatoriedad del presidente del Gobierno de someter a
consulta las cuestiones que afectan a derechos económicos, sociales y
laborales. "Es el momento de aplicar más democracia, dejando que sean
los ciudadanos los que tomen la palabra y se pronuncien sobre decisiones
vitales que van a afectar de manera decisiva a su futuro --proclaman--.
Es el momento de dejar de aplicar el rodillo de la mayoría absoluta y
contar con los habitantes del Estado español, de incrementar la calidad
democrática".
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