ALMERÍA.- La Audiencia Provincial ha condenado a tres años y seis
meses de prisión al exdirector de una sucursal bancaria de Cajamurcia en la ciudad de
Almería por apropiarse de 160.465 euros depositados en la cuenta de un cliente
"aprovechándose de su escasa formación, de que residía en el exterior y
viajaba ocasionalmente a España, de que no recibía la correspondencia
de movimientos y de la confianza que había depositado en él".
Para ejecutar el desfalco, que se produjo entre los años 2003 y 2008, M.F.L.O. realizaba "traspasos de los fondos"
de la cuenta de la víctima a sus propias cuentas o a las de las dos
sociedades de las que era administrador, que justificaba bien "usando
impresos que el cliente había firmado con anterioridad en blanco o sin
prestar atención al contenido" o bien mediante la "suplantación de su identidad para estampar una firma" simulada en los documentos.
La sentencia de la Sección Tercera considera al acusado autor de un delito continuado
de apropiación indebida en concurso medial con delito de falsedad en documento mercantil y le impone, además de la pena privativa de libertad, una multa de 1.620 euros.
El fiscal y la acusación particular solicitaron durante el
trámite de informes la pena de cinco años cárcel. El tribunal resuelve,
asimismo, que M.F.L.O. deberá indemnizar a la víctima con 160.465 euros
aunque declara a la caja para la que trabajaba responsable civil
subsidiaria ya que, si bien no colaboró en la comisión de los hechos
como tal entidad ni ninguno de sus otros empleados, "permitió por no
adoptar la debida diligencia, lo que favoreció la perpetración del
delito".
Según se recoge en los hechos probados, el acusado
trabajaba en los primeros meses de 2003 en una entidad crediticia de la
que era usuario la víctima, que poseía una cuenta con un saldo de
162.000 euros. A mediados de ese año, M.G.L.O. cambió de trabajo y, dado
que se había "originado una relación de confianza entre ellos", le convenció de que transfiriera sus fondos a esta nueva entidad.
La víctima, "siguiendo las indicaciones del acusado", firmó dos cheques por importes de 120.000 euros y de 42.000 euros,
uno al portador y el segundo a su nombre. Con estos en su poder,
M.F.L.O., con el "ánimo de obtener un beneficio patrimonial ilícito",
cobró e ingresó los 120.000 euros en una cuenta "de la que era titular
una sociedad administrada por él" y los 42.000 euros los ingresó "en
otra aperturada a nombre del perjudicado".
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