MADRID.- Expertos en grafología de la Policía
Científica sostienen que con los medios que
cuentan en el Cuerpo podrían corroborar la autenticidad y la antigüedad
de la presunta contabilidad del ex tesorero del PP Luis Bárcenas,
publicada este jueves por 'El País'.
Las fuentes policiales consultadas indican que sería la Comisaría
General de la Policía Científica la encargada de realizar los análisis
pertinentes tanto de la antigüedad de la tinta como del papel empleado.
Indican que la Policía cuenta con los dispositivos necesarios para hacer
esa medición sin mayores complicaciones.
Además, en caso de que se hubiesen hecho modificaciones
posteriores a la escritura original, las fuentes consultadas precisan
que también podrían detectarlas siempre que se hubiesen hecho en un
plazo superior a 48 horas de diferencia con las primeras anotaciones.
Para la realización de un estudio grafológico de garantías se debe
contar con un mínimo material de redacción, al menos diez líneas de
escritura, y no valen esquemas, fax o fotocopias dado que se pierde
mucha información necesaria.
En cualquier caso recuerdan que tiene que ser un juez quien
solicite previamente un cotejo de estas escrituras, algo que suele ser
habitual en todas las investigaciones en las que se cuenta con este tipo
de indicios materiales.
Otro de los requisitos necesarios es corroborar la autoría de las
escrituras investigadas para lo que también existen protocolos de
comprobación. Consisten en solicitar al presunto autor que haga unas
escrituras y contrastar ambas caligrafías teniendo en cuenta, entre
otras cosas, la profundidad y la intensidad de los trazos.
Para este tipo de investigaciones la Policía Científica recaba
datos relativos al presunto autor tales como la edad, el sexo, el nivel
de formación y el origen de la persona, sobre todo a efectos de saber si
es español o extranjero. El contenido de lo que se analiza es siempre
irrelevante para los expertos policiales.
La Comisaría General de la Policía Científica es un referente en
este tipo de mediciones habiendo aplicado estas técnicas a
investigaciones de diversa índole, incluyendo casos de terrorismo,
secuestros de personas o notas de suicidios.
Dentro de la estructura de la Comisaría General de Policía
Científica con sede en el complejo policial de Canillas, en el barrio
madrileño de Hortaleza, sería la Unidad Central de Investigación Científica y Técnica la encargada de realizar estas pesquisas.
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