ALICANTE.- El alcalde de Benidorm, el
socialista Agustín Navarro, se vistió, con motivo de
Carnaval, con un disfraz de presidiario acompañado por una máscara con
el rostro del presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, a modo de
"parodia en clave de humor del momento político que atraviesa" el
dirigente 'popular' por los presuntos casos de corrupción relacionados
con su partido.
Navarro publicó este pasado domingo un mensaje en su cuenta de
twitter con una fotografía de él mismo disfrazado y un texto en el que
decía: "Espero que lo pasárais bien anoche en Carnaval. Yo anduve
repartiendo sobres, pero no como los de Bárcenas".
El primer edil, en su página de Facebook, ha colgado un texto en
el que señala que "mucho se está hablando en las redes sociales" de su
atuendo y explica que el disfraz "pretendía ser una parodia en clave de
humor del momento político que está atravesando Rajoy ante los
gravísimos indicios de financiación ilegal del PP, sobresueldos
repartidos a dirigentes del partido, las numerosas tramas de corrupción
en que está envuelta la formación, y su empeño de tratar de convencer de
que, 'salvo alguna cosa', nada deben objetar los ciudadanos ni otros
cargos públicos de la actuación de los gobernantes".
Navarro considera que los cargos públicos "estamos expuestos al
espejo público", a la "broma" e incluso "al escarnio", incluido él mismo
como alcalde de la población alicantina, "decenas de veces parodiado,
con mejor o peor gusto".
"En todas ellas me lo he tomado con humor y
deportividad, riéndome el primero. Por eso me sorprende que algunos
dirigentes y cargos públicos del PP se rasguen las vestiduras cuando el
primer edil de Benidorm aparece en carnaval disfrazado de Rajoy con
traje de presidiario", ha expuesto en su escrito.
En el mismo sentido, ha recalcado que en "ocasiones", que no ha
querido recordar, "los mismos que ahora ponen el grito en el cielo han
aprovechado el Desfile del Humor o la fiesta de Carnaval para parodiar
con saña incluso el ámbito de lo privado de compañeros" del actual
Gobierno benidormense.
"Y nada dijimos --ha continuado--, entendiendo que, según el
contexto y el momento en que se realice, no queda otra que encajarlo
como lo que es: un acto lúdico que se sale del encorsetamiento diario de
las instituciones".
A juicio de Navarro, "lo demás es querer condenar a quien se
disfraza de delincuente y no al presunto delincuente", y ha subrayado
que "parece mentira que casi 40 años después de recuperar la democracia
en España y, con ello, fiestas laicas y paganas como el Carnaval, salgan
los representantes de lo rancio a vilipendiar el espíritu de la
fiesta".
"A los demócratas nos gusta así, a otros parece que no tanto,
seguid disfrutando de la fiesta", ha sentenciado.
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