RIAD.- Dos destacados activistas de los Derechos Humanos, Mohamed Fahd al
Qahtani y Abdulá Hamad, han sido condenados a penas de al
menos diez años de prisión por sedición y por dar información inexacta a
medios de comunicación extranjeros.
Al Qahtani y Hamad fundaron la Asociación para los Derechos
Civiles y Políticos (ACPRA), un grupo ilegalizado que se dedicaba a
documentar y denunciar abusos contra los Derechos Humanos. Además, el
grupo había manifestado su apoyo a reformas políticas para la
instauración de una monarquía constitucional y la celebración de
elecciones democráticas.
El año pasado ACPRA pidió al rey Abdulá la destitución del
entonces príncipe heredero y ministro del Interior, el príncipe Nayef,
por considerarle responsable de violaciones de los Derechos Humanos. El
príncipe Nayef falleció poco después.
Al Qahtani ha sido condenado a diez años de prisión, mientras que
Hamad tendrá que cumplir los seis años que le quedan de una condena
anterior también por sus actividades políticas y después pasar cinco
años más en la cárcel. Ambos están bajo custodia hasta que un juez
evalúe el recurso que han presentado, lo que está previsto para el mes
que viene.
A diferencia de lo que ha ocurrido con otros casos similares, en
esta ocasión el juicio ha estado abierto a la prensa y al público, un
paso positivo, según los activistas saudíes, que han condenado el
veredicto. Simpatizantes de los dos condenados han gritado tras la
entrega de la sentencia que se trata de una condena política, tras lo
cual un contingente de policías armados con porras ha desalojado la
sala.
El pasado jueves el Ministerio del Interior informó, sin citar
expresamente a Al Qahtani y Hamad, que los activistas habían intentado
fomentar las protestas en el país divulgando "información falsa" en los
medios de comunicación sociales.
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