MADRID.- Estados Unidos aconsejó al ex empleado del HSBC al que Suiza acusa de
robar los datos de decenas de miles de cuentas bancarias que fuera a
España para evitara la extradición, dijo Hervé Falciani en una
entrevista con el diario El País.
Los datos proporcionados por Falciani causaron furor en 2010
cuando acabaron en manos de las autoridades fiscales en España, Francia,
Italia y otros países, que los han utilizado para intentar recuperar
miles de millones de euros en impuestos.
Estados Unidos ayudó al francoitaliano Falciani a organizar un
viaje en barco desde una localidad francesa próxima a Italia hasta
Barcelona, e incluso hicieron coincidir su viaje con el turno de guardia
de un juez favorable, dijo al diario.
"Estados Unidos me había avisado poco antes de que sería fácil
que alguien pagara para que intentaran matarme", dijo Falciani. "Me
dijeron que el único sitio seguro en Europa sería España (...) creían
que sería poco probable que España aprobara mi extradición a Suiza".
El proceso legal ayudaría a ganar tiempo colaborando con las
autoridades fiscales de EEUU mientras se encuentra a salvo en una
prisión española, agregó.
La embajada estadounidense en España no estuvo disponible
inmediatamente para hacer comentarios. Las autoridades de EEUU están
investigando la actuación de los bancos internacionales después de un
caso de evasión de impuestos en 2009 centrado en UBS.
En 2010, Francia envió una lista de nombres procedente de los
datos de Falciani, lo que permitió a Hacienda recuperar 260 millones de
euros de importantes empresarios, incluido el presidente del Santander
Emilio Botín.
Suiza ha pedido su extradición, acusándole de obtención ilícita
de datos, romper el secreto bancario y espionaje industrial, entre otros
delitos.
Este lunes, Falciani, que permaneció en prisión provisional hasta
diciembre de 2012, compareció en la Audiencia Nacional en la vista por
su extradición, en la que alegó que reveló secretos para luchar contra
la corrupción. La fiscalía no pedirá que sea entregado a Suiza en vista
de su colaboración con las autoridades fiscales.
El sector bancario suizo mueve dos billones de dólares amparado
en estrictas leyes de secreto bancario, pero se ha visto cada vez más
vigilado tras el estallido de la crisis en 2008, a medida que los
gobiernos intenta conseguir ampliar sus bases impositivas y recaudar más
impuestos.
HSBC no ha querido hacer declaraciones sobre el caso. El banco
dijo que la compañía no tiene ningún registro de que Falciani expresase
sus dudas a ningún supervisor. El francoitaliano trabajó en tecnología
de informática en la entidad donde recopiló los datos entre 2006 y 2008.
Falciani dijo en la entrevista que no recibió dinero por entregar
los datos y que sólo estaba interesado en ayudar a las autoridades. Los
datos están encriptados, de modo que sólo se puede acceder a ellos con
su ayuda.
"Lo hice por mi propia seguridad", agrega.
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