BURGOS.- El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, ha
inaugurado este lunes en la Glorieta de San Roque, de Burgos, un monumento
homenaje a los militares fallecidos en el accidente del Yak-42,
coincidiendo con el décimo aniversario de la tragedia.
Se trata de una escultura abstracta de forma esférica realizada en
hierro con tratamiento de óxido, obra del artista burgalés Cristino
Díez, que simboliza la energía y la esperanza.
Al acto ha asistido una amplia representación política y militar
de la ciudad, así como familiares de las víctimas y numerosos ciudadanos
que han querido así homenajear a los fallecidos.
La colocación de este monumento se aprobó en la pasada sesión
plenaria del Ayuntamiento de Burgos, a instancias del Grupo Municipal
Popular, con el objetivo de realizar un homenaje público a los 20
militares pertenecientes al Regimiento de Ingenieros número 1, con sede
en la capital burgalesa, que perdieron la vida en el accidente aéreo el
26 de mayo de 2003.
De este modo, se pretende reconocer la contribución de los
militares a las labores de paz y seguridad en Afganistán, así como su
acción desinteresada en este país, en el que acometieron "con fe ciega"
las órdenes del mando.
El 26 de mayo de 2003, 20 militares burgaleses, todos ellos
pertenecientes al Regimiento de Ingenieros número 1 y cuatro meses y
medio después de participar en la misión internacional en Afganistán,
murieron en un accidente aéreo en Trebisonda (Turquía).
En el siniestro,
también fallecieron otros 42 militares españoles que participaban en la
misión de Afganistán, doce tripulantes ucranianos y un ciudadano de
origen bielorruso.
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