ESTAMBUL.- El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip
Erdogan, ha reconocido que "ha habido errores" en la
actuación de la Policía frente a las manifestaciones antigubernamentales
celebradas esta semana en la plaza Taksim de Estambul, que ha descrito
como "excesiva", y ha anunciado que ha ordenado al Ministerio del
Interior investigar los abusos.
Erdogan, que ha solicitado a los manifestantes "que pongan fin
inmediatamente" a las protestas, ha resaltado que la Policía no se
retirará de Taksim, a pesar de las informaciones que apuntaban en este
sentido, según ha recogido el diario turco 'Hurriyet'.
Asimismo, ha rechazado que los trabajos que se están realizando en
la plaza estén relacionados con la construcción de una réplica de las
barracas Topçu o un supermercado, si bien ha sostenido que dichos
proyectos se llevarán a cabo.
"Es injusto tildar a este Gobierno de contrario al medio ambiente.
Quiero que mi nación vea el juego que algunos círculos están jugando en
el país", ha dicho, antes de resaltar que, si bien todo el mundo tiene
derecho a manifestarse, nadie lo tiene para ocupar un espacio público.
"Nadie tiene derecho a aumentar la tensión en el país afirmando
que se están cortando árboles. Todo el mundo debería saber que Turquía
es un país en el que existe un sistema parlamentario. Todo método
diferente a las elecciones es antidemocrático", ha defendido.
"No quiero decir que el Ejecutivo no tenga que rendir cuentas ni
que pueda hacer lo que quiera, pero, igual que una mayoría no puede
presionar a una minoría, tampoco puede una minoría imponer su voluntad a
una mayoría", ha argumentado Erdogan.
Por otra parte, el primer ministro ha advertido "a los que se
manifestaron con sentimientos honestos de que han sido manipulados por
grupos ilegales". En este sentido, ha descrito las manifestaciones como
"ideológicas" y ha acusado a la oposición de "manipular" las protestas.
El presidente, Abdulá Gul, ha solicitado este mismo sábado al
Gobierno y a los manifestantes que usenel "sentido común" y la "madurez"
para poner fin a la tensión en la localidad, según ha informado el
diario turco 'Today's Zaman'.
"En una sociedad democrática, las reacciones deben ser permitidas
en el marco de la ley sin que se produzcan abusos. De forma similar, ls
autoridades han de ejercer esfuerzos para escuchar las diferentes
opiniones y preocupaciones", ha sostenido.
Así, ha indicado que las manifestaciones "han llegado a un nivel
preocupante" y ha pedido a las fuerzas de seguridad "que presten la
máxima atención y actúen de forma equilibrada".
El ministro del Interior turco, Muammer Güler, ha informado de que
se han efectuado 939 detenciones en las más de 90 manifestaciones que
se han celebrado este sábado en Turquía para protestar contra la
represión de los manifestantes de la plaza Taksim de Estambul.
"Ha habido 939 detenciones en distintas ciudades. Algunos de los
detenidos ya han sido puestos en libertad", ha explicado Güler en
declaraciones a la prensa retransmitidos por la televisión estatal
turca. Las protestas se han saldado además con un total de 79 heridos,
según Güler.
Los manifestantes han abarrotado la plaza Taksim coreando 'Hombro
con hombro contra el fascismo' o 'Gobierno dimisión'. La mayoría de los
manifestantes eran jóvenes, hombres y mujeres, muchos de ellos con
pañuelos o máscaras quirúrgicas para evitar aspirar los gases
lacrimógenos tan abundantemente empleados durante la jornada del
viernes.
La Policía ha cargado de nuevo contra los manifestantes, que han
utilizado Facebook o Twitter con sus teléfonos móviles para reagruparse
en las calles cercanas. Algunos grupos han respondido lanzando piedras a
los policías y encendiendo fuegos.
También ha habido una manifestación en Ankara, donde también se
han producido disturbios en el céntrico barrio de Kizilay. Un
helicóptero ha lanzado gases lacrimógenos contra los manifestantes y los
agentes antidisturbios han empleado porras eléctricas.
Esta es la segunda jornada consecutiva de disturbios después de
que ayer la Policía se empleara con dureza para desalojar a los
manifestantes de la plaza Taksim. La protesta comenzó tras conocerse la
intención de las autoridades de construir en el parque de la plaza un
centro comercial y viviendas.
La Policía empleó cañones de agua, gas pimienta y cargó con sus
porras para desalojar a los manifestantes, lo que provocó la indignación
de la opinión pública turca. El propio primer ministro turco, Recep
Tayyip Erdogan, ha reconocido este sábado que la Policía hizo un uso
"excesivo" de la fuerza.
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