KIEV.- Una propiedad inmensa, interiores de mármol, un
recorrido de golf y hasta un zoo privado: miles de ucranianos que
acudieron el sábado a admirar la residencia del presidente destituido
Viktor Yanukovich salían boquiabiertos.
"Estoy impactada", exclamaba Natalia Rudenko, militar retirada,
contemplando los céspedes impecables, adornados con estatuas de conejos y
ciervos, en esta propiedad situada a los 15 km de Kiev y percibida como
un símbolo de la corrupción del régimen.
Su titular habitual, Viktor Yanukovich, fue destituido de facto unas
horas antes por el Parlamento y "se esconde actualmente en algún lugar
de la región de Donetsk", prorrusa, en el este de Ucrania, donde nació,
dijo el presidente del Parlamento, Olexandre Turchinov.
"En un país con tanta pobreza, ¿cómo puede tener tanto una persona? Debe ser un enfermo mental", comentaba Natalia Rudenko.
"Todo el mundo tiene que ver esto y tienen que llevarlo ante la justicia", insistía.
La afluencia de curiosos provocó un enorme atasco en la carretera de
acceso a la residencia y una cola interminable delante del imponente
pórtico de hierro forjado de la propiedad.
"No os preocupéis, que todo el mundo podrá entrar. Es bastante grande
para todos vosotros", gritaba con megáfono un militante opositor
encaramado a una columna. Los visitantes son advertidos de la posible
presencia de minas en la hierba y contra los "provocadores" que vengan a
degradar el lugar.
"Bienvenidos a Ucrania", decía a la multitud cuando pasaba delante de él.
Protegida pocas horas antes por guardias de élite, la propiedad, de
una extensión no divulgada, pasó a estar controlada por un servicio de
orden de la oposición a Yanukovich. Patrullaban el lugar e impedían el
acceso al interior del edificio para evitar saqueos.
Los recién llegados eran acogidos en la entrada por un panel:
"Visitantes, no destruyáis las pruebas de la arrogancia de los
ladrones".
El edificio principal, estilo palacio barroco, es todo de mármol, con
iconos recubiertos de oro, armaduras antiguas. Algunos cartones por el
suelo sugieren una salida precipitada.
Entre divertidos y furiosos, algunos posaban delante de falsas
columnas griegas, o fotografiaban con los teléfonos la colonia de
faisanes de colección del dueño, algunos importados de Sumatra o
Mongolia.
Recorrían kilómetros a pie para contemplar el helipuerto, los
establos, un garaje que contiene un museo de vehículos militares
soviéticos.
- "¿Dónde están los lavabos de oro?" -
"Mamá, ¿dónde están los lavabos de oro?", preguntaba un niño de 5
años a su madre, que se estaba mostrando una sala de banquetes
acondicionada en un falso galeón de la época isabelina.
"Yo también quiero un barco pirata como este", exclamaba el niño.
"No te preocupes, ya hemos requisado éste", le contestaba su madre.
Algunos visitantes conservaban vivas las imágenes de los violentos
choques que han dejado decenas de muertos esta semana en Kiev y
transformado su centro en zona de guerra.
"Esto refuerza la impresión de que valía la pena", señalaba Bogdan Pantchichin, un comerciante de Lviv (oeste).
"Si las cien personas muertas pudieran ver esto, creo que dirían lo mismo", añadía.
Estupefactos ante lo que habían visto, los visitantes especulaban
acerca de la magnitud de la fortuna del presidente destituido.
"esta mansión, este jardín, tanto lujo...", repetía Viktor Kovaltchuk, un mecánico, mientras su mujer asentía, sonada.
"Deberían transformar esto en un hospital, en un orfanato o en algo
para las personas heridas en las manifestaciones", sugería el mecánico.
"De cualquier modo, esto tiene que volver al pueblo. Lo construyeron con nuestro dinero, nos lo tienen que devolver".
En Moscú, donde Yanukovich era considerado un estrecho aliado, el
presidente de la comisión parlamentaria de Asuntos Exteriores de la Duma
(cámara baja del Parlamento ruso), Alexei Puchkov, deploró la suerte
del presidente ucraniano.
"Dejan entrar a cualquiera en la residencia de Yanukovich, Mejiguiria,
en las afueras de Kiev : él huyó, su guardia huyó, el personal de su
residencia huyó (...) triste final para un presidente", tuiteó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario