MADRID.- España lleva sufriendo seis
años la crisis económica. Durante este tiempo, muchos españoles y en
especial las clases sociales más débiles, han visto mermada su posición
económica.
El 21,6% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza, según el INE. Ante esta situación Cáritas Española es una de las instituciones que más ayuda a los españoles que están en riesgo de exclusión social o que sufren las consecuencias de la pobreza.
Como afirman desde la entidad, Cáritas se siente animada por una misión permanente: ser Iglesia pobre y para los pobres. La acción de Cáritas tiene en cuenta los ámbitos donde se genera la pobreza:
las causas económicas, el déficit de derechos como el de la salud, la
educación o la vivienda, y la debilidad de los lazos sociales como las
relaciones o la convivencia.
Su objetivo es acompañar a las personas en situación de exclusión social durante su recorrido vital, dentro de un proceso personalizado.
Cáritas es la confederación de las entidades de acción social de la Iglesia católica en España y fue conformada en 1947 por la Conferencia Episcopal para cumplir con su ministerio de caridad.
Uno de los objetivos principales de Cáritas es la ayuda al desarrollo de la dignidad humana de los que se encuentran en situación de precariedad. Para ello, la entidad estimula la responsabilidad y el trabajo de las personas que la conforman.
La red de Cáritas en España está integrada por 6.000 Cáritas parroquiales.
Estas se agrupan en setenta Cáritas diocesanas, que a su vez pertenecen
a sus correspondientes Cáritas autonómicas o regionales.
El compromiso de Cáritas en España se basa en el trabajo de 70.229 voluntarios y 4.253 trabajadores con sueldo,
según la última memoria confederal de la entidad, perteneciente a 2012.
Por ello, el principal capital que posee Cáritas son los voluntarios,
que hacen su trabajo desde las parroquias y los proyectos
especializados.
Según la memoria más reciente de la entidad, de las 350.000 personas
atendidas en sus servicios de acogida y atención primaria en 2007, se pasó a 1.300.000 en 2012.
En Cáritas son fundamentales las aportaciones de miles de donantes anónimos y la colaboración privada: El 70% de sus fondos en 2012 (276 millones de euros) eran de origen privado.
La labor de la entidad cuenta con el empuje de cientos de socios y donantes,
así como con el compromiso de numerosas empresas que confían en Cáritas
para desarrollar su responsabilidad social con los más desfavorecidos.
Dentro de las donaciones de origen privado es reseñable el apoyo brindado a la institución por parte de las distintas Diócesis, así como de otros ámbitos eclesiales. Para Cáritas es fundamental la donación anual de la Conferencia Episcopal Española, que en 2012 ascendió a seis millones de euros.
Los fondos de origen público son la otra fuente de la
que se nutre Cáritas. En 2012 fueron el treinta por ciento de los
recursos manejados por la entidad, con un origen diverso: A los 50
millones de euros procedentes de las Administraciones locales y
autonómicas, se añadieron los fondos de la Administración central y de
la Unión Europea.
Todo este trabajo para que el corazón de la Iglesia ayude a los más necesitados. Porque como dijo el Papa Francisco,
"Cáritas es la caricia de la Iglesia para su pueblo, la caricia de la
iglesia que es Madre a sus hijos, su sensibilidad y cercanía".
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