MADRID.- La Audiencia Nacional ha avalado la decisión del juez Fernando Andreu
de incorporar a la pieza separada en la que investiga la
comercialización de preferentes parte de los correos electrónicos
corporativos que el expresidente de la entidad Miguel Blesa intercambió
con los miembros del Consejo de Administración y la Comisión Ejecutiva
del banco durante el año 2009 por "su evidente repercusión social".
Según indica un auto de la Sección Tercera de la Sala de lo Penal,
hecho público este miércoles, "la trascendencia y repercusión social" de
la correspondencia del exbanquero prevalece, en este caso, sobre su
derecho a la intimidad y justifica la "inferencia", en aplicación de la
jusrisprudencia sentada por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos
(TEDH).
Los magistrados Guillermo Ruíz Polanco, Antonio Díaz Delgado y Clara
Bayarri entienden que Andreu procedió correctamente al solicitar de
forma directa en septiembre al Banco Financiero y de Ahorros (BFA),
matriz de Bankia, y a Bankia S.A que le remitieran , a la mayor brevedad
posible, cuantos correos constaran en sus archivos. Desestiman
íntegramente el recurso contra la decisión presentado por Blesa.
El juez
instructor había rechazado meses antes, en marzo, una primera solicitud
para que se reclamaran a los Juzgados de Madrid los emails intervenidos
de forma irregular por el juez Elpidio José Silva a Blesa. El
magistrado madrileño fue condenado posteriormente a 17 años y medio de
inhabilitación por prevaricación por ordenar el encarcelamiento
preventivo el exbanquero.
La Sala entiende que la petición directa a Bankia constituye una
"diligencia independiente" y que la incorporación del contenido de estos
correos a la pieza de preferentes "es plenamente proporcional y
necesaria al objeto del proceso". Recuerda, además, que haberlos
reclamado al que fuera el Juzgado de Silva hubiera supuesto "un fraude
de ley y la ilegal utilización de una prueba nula" ya que así fue
declarada "por la Audiencia Provincial de Madrid dada su filtración a
los medios de comunicación".
Andreu ordenó en septiembre, para salvaguardar la intimidad y los
derechos de Blesa, el secreto parcial de esta intervención de los
correos. Descartó, además, la incorporación de todos aquellos emails que
no tuvieran relación con la pieza investigada. La correspondencia fue
examinada en presencia de la secretaria judicial y del expresidente de
Caja Madrid. El magistrado explicaba entonces que el contenido de las
comunicaciones mantenidas entre los directivos y dirigentes de Caja
Madrid y, especialmente su presidente, podía constituir "un valioso
acervo" para determinar la naturaleza y las circunstancias en que
ocurrieron los hechos que investiga.
Aseguraba que los indicios con los que contaba hasta el momento son
"suficientes" para determinar que los directivos y dirigentes de Caja
Madrid "sabrían o deberían haber sabido" el grave deterioro que la
entidad estaba sufriendo. Ahora hay que determinar -indicaba- "si para
hacer frente a esa situación tomaron decisiones en perjuicio de sus
clientes".
Preferentistas personados como acusación en la causa solicitaron
incorporar los emails al considerar que la correspondencia de Blesa
podía "contener pruebas de la planificación llevada a cabo desde Caja
Madrid para una capitalización de la entidad mediante la venta de
preferentes".
El juez Andreu admitió a trámite en junio de 2013 tres querellas
cursadas por empresarios y particulares por la venta fraudulenta de
participaciones preferentes. La primera de ellas fue presentada por
UPyD, que solicitaba la apertura de una investigación sobre el diseño,
implantación, emisión, comercialización y gestión del producto y pedía
que se investigara a cinco directivos de Caja Madrid y Bancaja. La
investigación quedó acotada posteriormente por decisión de la Sala a la
planificación para la emisión de estas participaciones llevada a cabo
por la cúpula directiva de las entidades.
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