MADRID.- Cinco diputados del PSOE ausentes en el Congreso de los Diputados han impedido este jueves el desbloqueo de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) para instaurar una renta básica de 426 euros que beneficiaría a más de dos millones de personas sin recursos, a juicio de El Español.
La iniciativa, que cuenta con 700.000 firmas y el
apoyo de los sindicatos, está bloqueada en el Congreso desde que se
admitió a trámite hace más de un año. El motivo es que el Partido
Popular y Ciudadanos han acordado ampliar hasta en 21 ocasiones el
plazo ordinario para formular enmiendas en la comisión de Empleo de la
cámara baja.
Por ese motivo, el PSOE presentó una iniciativa que quitase
a la comisión los trabajos y con el objetivo de que fuesen asumidos
directamente por el pleno, donde hay una mayoría absoluta a favor de
tramitarla.
Pero este jueves, a la hora de votar, el PSOE
perdió incomprensiblemente la votación que había propiciado. Faltaban
cinco de sus diputados y un sexto, José Enrique Serrano, considerado uno de los mejores conocedores de los engranajes del Estado, votó en contra.
Los diputados socialistas ausentes fueron José Luis Ábalos, número tres del partido, que participa en una reunión interparlamentaria en Nueva York, Micaela Navarro y José Ignacio Sánchez Amor, también en una misión parlamentaria, y Pilar Lucio por motivos personales, según explicaron fuentes socialistas.
La diputada Isabel Rodríguez, de baja por maternidad, tampoco
participó en la votación, pero en este caso porque el voto telemático
no está disponible para asuntos que hayan sufrido modificaciones en el
orden del día. Rodríguez sí ejerció su derecho sobre otros textos de
este jueves, como una enmienda a la totalidad a la la ley contra
la discriminación LGTBI, presentada por el PP. "Aunque quisiera, el
sistema no me permitía votar", explica la diputada.
Resultado: 170 votos en contra de que el pleno tramite de una vez la renta básica (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y sólo 168 a favor (PSOE, Unidos Podemos, ERC, Partido Demócrata, Compromís, Bildu, Coalición Canaria y Nueva Canarias).
Todos los diputados de Unidos Podemos y ERC estaban
en su sitio a la hora de la votación. Ninguno se equivocó. Del Grupo
Mixto faltaron dos: Ignasi Candela (Compromís), que según su grupo está enfermo, y Jordi Xuclà (Partido Demócrata), por motivos desconocidos. El sentido del voto de cada diputado puede consultarse en este enlace.
Aunque Candela y Xuclà hubieran estado, la votación
no habría prosperado. Según el reglamento de la cámara baja, cuando hay
un empate se vuelve a votar tras un receso. Si persiste, la iniciativa
no prospera.
En otras palabras: la explicación hay que buscarla en el PSOE.
Si José Enrique Serrano no se hubiera equivocado, la votación habría
resultado en un empate. Hubiera bastado con uno de los cinco ausentes
socialistas para ganarla.
Los demás ausentes fueron todos del PP: el
presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz
de Santamaría, José Ignacio Echániz, Beatriz Escudero y Rosa María
Romero.
A la salida del pleno y, mientras no se sabía muy
bien qué había pasado, la portavoz del PSOE en el Congreso trató de
endosar al PP y a Ciudadanos toda la responsabilidad.
"Queremos poner de relieve lo que ha ocurrido en el
Congreso: nuevamente y una vez más, el PP y Ciudadanos se han puesto de
acuerdo. Lo que han hecho es intentar evitar, y han evitado, que algo
tan importante como la ILP propuesta por los sindicatos y por 700.000
ciudadanos pueda debatirse en pleno", dijo Margarita Robles.
"De esta
manera, sustraen a la totalidad del Parlamento el debate en una ley de
tanta importancia como esta. Pese a las escenificaciones que cada día
están haciendo PP y Cs, están trabajando conjuntamente para que todas
aquellas propuestas de contenido social no salgan adelante o, si lo
hacen, sea con todo tipo de trabas", según ella.
La votación de este jueves no decidía si aprobar o
no la renta básica sino sólo su tramitación en el pleno, pero los grupos
a favor de esa iniciativa disponen, sin contar los ausentes y el error,
de 176 diputados, la mayoría absoluta de la cámara.
La ILP fue presentada en mayo de 2016 en el
Congreso por los líderes de UGT y CCOO y recoge la idea de PSOE y Unidos
Podemos de facilitar una prestación a los más desfavorecidos. La
propuesta presentada tendría hasta 2,1 millones de potenciales beneficiarios,
correspondientes con las familias que no tienen ningún ingreso o se
encuentran por debajo del umbral de la pobreza. La cuantía propuesta es
de 426 euros al mes.
A diferencia de otras muchas propuestas, el
Gobierno no ejerció su facultad de vetarla por su impacto
presupuestario, según algunas fuentes por dudas sobre si se podía
impedir una iniciativa popular y, según otras, por una mera cuestión de
imagen ante un respaldo popular tan contundente.
En septiembre del año pasado, durante el debate de
totalidad, el PP, Ciudadanos y el PNV trataron de tumbar la iniciativa,
pero entonces fueron ellos los que perdieron la votación. En aquella
ocasión, de los socialistas sólo se ausentó una diputada y la oposición tuvo 177 votos para mantener viva la renta básica que ahora podría volver al cajón.
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