PEKÍN.- Incluso si China hace una rara concesión y autoriza que el activista
Chen Guangcheng abandone el país con su familia, otros disidentes no
creen que el caso augure un relajamiento del control ejercido por el
gobierno.
Las autoridades podrían incluso presionar a prominentes
críticos para evitar que se sientan alentados por el caso de Chen e
intenten retar al gobierno, advierten algunos.
El escape del
activista ciego de su arresto domiciliario y su arribo a la embajada de
Estados Unidos ha aportado un muy necesario impulso moral para una
comunidad disidente que durante el año pasado fue debilitada por una
masiva campaña de seguridad del gobierno, que buscó evitar un
levantamiento democrático parecido al que se vive en el mundo árabe.
Decenas de activistas, abogados a favor de los derechos humanos,
intelectuales y otros han sido detenidos, interrogados y en algunos
casos hasta torturados.
Chen, un símbolo del movimiento de los
derechos civiles en China, tal vez logre salir del país para estudiar en
Estados Unidos bajo un acuerdo aún en proceso que fue anunciado el
viernes por Washington y Beijing y que pondría fin al estancamiento
diplomático derivado de su caso, que se ha extendido una semana.
El
sábado, Chen seguía internado en un hospital a donde fue trasladado
para brindarle atención médica, acompañado por su esposa y sus dos
hijos. Funcionarios de la embajada estadounidense se reunieron con su
esposa, aunque la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, que viajó
a Beijing esta semana para sostener reuniones anuales, abandonó el país
sin haberlo visitado.
El viernes, el Ministerio del Exterior
indicó que Chen podría presentar una solicitud para viajar al
extranjero. Su esposa dijo a la cadena de Hong Kong TVB el sábado que
aún no comienzan los trámites para obtener documentación que les permita
viajar y no hay fecha para que la familia salga del país.
El
cambio de acontecimientos para Chen, si bien es bienvenido por la
mayoría de disidentes y activistas, se considera una victoria individual
que difícilmente abrirá el camino a una mayor apertura del gobierno
ante sus críticos.
"Creo que después del incidente de Chen
Guangcheng, la situación para nosotros simplemente será cada vez peor,
porque en la sociedad actual el poder del gobierno no tiene límites",
dijo Liu Yi, un artista y partidario de Chen que el jueves fue agredido
por hombres vestidos de civil mientras trataba de visitar a Chen en el
hospital.
Chen, un activista legal autodidacta, es mejor conocido
por exponer esterilizaciones y abortos obligados en su comunidad, en un
escándalo que generó que el gobierno central sancionara a varios
funcionarios locales. Su activismo causó la ira de autoridades
municipales, que lo castigaron con casi siete años de prisión y arresto
domiciliario.
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