domingo, 6 de mayo de 2012

El caso de Chen no auguraría más tolerancia con los disidentes en China

PEKÍN.- Incluso si China hace una rara concesión y autoriza que el activista Chen Guangcheng abandone el país con su familia, otros disidentes no creen que el caso augure un relajamiento del control ejercido por el gobierno.

Las autoridades podrían incluso presionar a prominentes críticos para evitar que se sientan alentados por el caso de Chen e intenten retar al gobierno, advierten algunos.
El escape del activista ciego de su arresto domiciliario y su arribo a la embajada de Estados Unidos ha aportado un muy necesario impulso moral para una comunidad disidente que durante el año pasado fue debilitada por una masiva campaña de seguridad del gobierno, que buscó evitar un levantamiento democrático parecido al que se vive en el mundo árabe. Decenas de activistas, abogados a favor de los derechos humanos, intelectuales y otros han sido detenidos, interrogados y en algunos casos hasta torturados.
Chen, un símbolo del movimiento de los derechos civiles en China, tal vez logre salir del país para estudiar en Estados Unidos bajo un acuerdo aún en proceso que fue anunciado el viernes por Washington y Beijing y que pondría fin al estancamiento diplomático derivado de su caso, que se ha extendido una semana.
El sábado, Chen seguía internado en un hospital a donde fue trasladado para brindarle atención médica, acompañado por su esposa y sus dos hijos. Funcionarios de la embajada estadounidense se reunieron con su esposa, aunque la secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton, que viajó a Beijing esta semana para sostener reuniones anuales, abandonó el país sin haberlo visitado.
El viernes, el Ministerio del Exterior indicó que Chen podría presentar una solicitud para viajar al extranjero. Su esposa dijo a la cadena de Hong Kong TVB el sábado que aún no comienzan los trámites para obtener documentación que les permita viajar y no hay fecha para que la familia salga del país.
El cambio de acontecimientos para Chen, si bien es bienvenido por la mayoría de disidentes y activistas, se considera una victoria individual que difícilmente abrirá el camino a una mayor apertura del gobierno ante sus críticos.
"Creo que después del incidente de Chen Guangcheng, la situación para nosotros simplemente será cada vez peor, porque en la sociedad actual el poder del gobierno no tiene límites", dijo Liu Yi, un artista y partidario de Chen que el jueves fue agredido por hombres vestidos de civil mientras trataba de visitar a Chen en el hospital.
Chen, un activista legal autodidacta, es mejor conocido por exponer esterilizaciones y abortos obligados en su comunidad, en un escándalo que generó que el gobierno central sancionara a varios funcionarios locales. Su activismo causó la ira de autoridades municipales, que lo castigaron con casi siete años de prisión y arresto domiciliario.

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