MOSCÚ.- Manifestantes rusos cargaron el domingo un ataúd negro con la
palabra "democracia" escrita en él por la ciudad de Vladivostok, en el
inicio de las protestas contra Vladimir Putin en la víspera de su
regreso a la presidencia por otros seis años.
La oposición también planeaba una "marcha del millón" en Moscú y
celebró manifestaciones menores en otras ciudades el día antes de la
ceremonia de investidura en el Kremlin, donde el jefe de la Iglesia
ortodoxa rusa bendecirá a Putin.
Muchos rusos están molestos con que Putin, de 59 años, prolongue
sus 12 años de poder sobre Rusia y temen que sofoque las reformas
políticas y económicas durante su nuevo mandato.
Unos 100 manifestantes, según testigos, protestaron en una
céntrica plaza en el puerto pacífico de Vladivostok y desplegaron una
pancarta que decía "Putin no es nuestro presidente", en referencia a las
acusaciones de fraude en las elecciones del 4 de marzo que ganó Putin.
"Putin fue elegido de forma ilegítima (.. .) No podemos quedarnos
callados y mirar esta desgracia", dijo Boris Nemtsov, un líder liberal
opositor, antes de la marcha en Moscú.
"Las personas que no son indiferentes vendrán para mostrarle a
Putin que su investidura no es una fiesta nacional como él piensa, como
una coronación, es el funeral de la política honesta", declaró.
Putin ha rechazado las acusaciones de que el fraude masivo le
ayudó a ganar las elecciones presidenciales y aseguró la victoria de su
partido Rusia Unida en los comicios parlamentarios de diciembre.
Seis personas fueron detenidas tras la manifestación en
Vladivostok, según dijeron a la prensa algunos partidarios de oposición.
La policía también detuvo a 10 manifestantes en la ciudad de Kurgan en
los Urales y varias fueron dispersadas por la policía en la ciudad de
Kemerovo en el oeste de Siberia, informó la prensa rusa.
Las semanas de protestas contra Putin, desatadas por las
acusaciones de fraude electoral, perdieron su impulso cuando el líder
fue reelegido. La oposición esperaba volver a atraer grandes masas de
gente el domingo para presionar más a Putin al inicio de su nuevo
mandato.
No obstante, el entusiasmo por las protestas podría verse
afectado por el hecho de que la oposición convocó las manifestaciones en
un día de festivo nacional en el que mucha gente prefiere salir de
Moscú.
En respuesta a los planes de la oposición, partidarios de Putin
anunciaron su propia manifestación en la que esperan que unas 50.000
personas se reúnan en un parque en el sudeste de la capital.
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