MADRID.- El Parlamento español aprobó este martes el examen con carácter urgente de una controvertida reforma constitucional cuyo objetivo es garantizar la estabilidad presupuestaria, la famosa 'regla de oro' exigida por Francia y Alemania, en un nuevo esfuerzo por tranquilizar a los mercados.
Los parlamentarios aprobaron, por 319 votos a favor y 17 en contra, el procedimiento de urgencia que debe dar luz verde definitiva a la reforma dentro de unos diez días, gracias al acuerdo entre el Partido Socialista (PSOE), en el poder, y la oposición conservadora del Partido Popular (PP).
Los diputados volverán a sentarse en sus escaños el viernes para dar luz verde al texto y transmitir el proyecto a los senadores, que deberán votarlo la semana próxima. La aprobación del texto es casi segura después de que el PSOE y el PP llegaran a un acuerdo sobre la reforma.
España será así el primer país que responda al llamamiento efectuado el 16 de agosto pasado por Francia y Alemania, que reclamaron que los 17 países miembros del Eurogrupo adoptaran antes del verano de 2012 la 'regla de oro' tendiente al equilibrio presupuestario.
Desde 2009, Alemania ya incluyó esta regla en su constitución, mientras que Italia y Francia lo tienen como proyecto.
Para España, la reforma, que va acompañada por una ley orgánica (que deberá ser votada antes de junio de 2012), incluye un límite del 0,4% del PIB que deberá servir como antídoto ante los mercados financieros, siempre escépticos sobre la solvencia del país.
Se trata de "consolidar" una "realidad clara: somos un país cumplidor en el pago de nuestras deudas, y no debe haber ninguna duda al respecto", sostuvo el portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso.
El equilibrio presupuestario "es una obligación constitucional", sostuvo por su parte su homóloga del PP, Soraya Saénz de Santamaría.
Esta falta de margen de maniobra para reactivar la economía, así como la tramitación urgente prevista, desató las críticas, incluso dentro del partido socialista.
La ministra de Defensa, Carme Chacón instó implícitamente el lunes a un referéndum, destacando que existe "una demanda social que reclama, con razón, más participación popular en las grandes decisiones políticas".
Una petición vía internet que reclama el referéndum había recibido el martes por la mañana más de 115.000 votos.
Los dos principales sindicatos, CCOO y UGT, convocaron una "gran manifestación" para el 6 de septiembre en Madrid y se prevén otras concentraciones en el resto del país.
Este martes, mientras se votaba la ley, un centenar de 'indignados' -el movimiento de ciudadanos, mayormente jóvenes, que protesta contra el desempleo récord en España (más del 20% de la población activa) y la incapacidad de los dirigentes políticos para sacar al país de la crisis- se congregaron en las cercanías del Parlamento.
"No se puede hacer una reforma de la Constitución de esta forma. Hay que hacer un referéndum", dijo Marisa, una manifestante de unos cincuenta años, mientras otra se protegía del sol con un paraguas en el que se podía leer "no al cambio de la Constitución. No a la dictadura de los mercados".
A su alrededor se oían consignas como "No sin referéndum" o "No nos representan", uno de los gritos de guerra de los 'indignados' contra los políticos.
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