LISBOA.- Decenas de miles de personas se manifestaron hoy en Portugal como respuesta al acto convocado en 82 países por el llamado movimiento de los indignados, en protesta por el funcionamiento del sistema a nivel político y económico.
Las concentraciones, celebradas en varios puntos del país, se caracterizaron por su carácter festivo y recordaron a la multitudinaria manifestación del pasado 12 de marzo, una de las primeras expresiones públicas de esa corriente de indignación.
La marcha convocada en Lisboa fue la mayor y más representativa, ya que los asistentes convirtieron por primera vez el Parlamento luso en el centro neurálgico de sus protestas.
Los manifestantes, ataviados muchos de ellos con carteles, pelucas y caretas y con sus rostros pintados, recorrieron los apenas dos kilómetros que separan la céntrica plaza de Marqués de Pombal de la Asamblea de la República en medio de consignas, cánticos y bailes.
La elevada afluencia de público llevó a la policía a cerrar al tráfico la calle Sao Bento durante varias horas, incluso al transporte público.
La protesta volvió a reunir a personas de diferentes edades y condición, como ocurrió el 12 de marzo, aunque en esta ocasión fueron más frecuentes los gritos contra varios políticos portugueses, entre ellos el recientemente elegido como nuevo primer ministro, el líder conservador Pedro Passos Coelho.
Precisamente, la protesta tuvo lugar apenas dos días después de que el Ejecutivo luso anunciara su enésimo plan de recortes para hacer frente a la crisis, considerada la peor en la historia del país.
La supresión de las pagas de verano y Navidad en el caso de funcionarios y empleados del sector público, así como la ampliación de la jornada laboral en media hora para los trabajadores de empresas privadas, son solo algunos de estos últimos ajustes.
El Gobierno portugués ha decidido ampliar las reformas y ajustes acordados en mayo con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional como contrapartida por su ayuda financiera -concretada en un préstamo de 78.000 millones de euros- para garantizar que cumple sus objetivos pese a la aparición de desvíos en sus cuentas.
Aunque las concentraciones fueron eminentemente festivas, también se registraron momentos puntuales de tensión, como cuando la policía detuvo a un manifestante en Lisboa tras haber lanzado un huevo, lo que exaltó los ánimos.
Al grito de "mentirosos" y "que no, que no, que no nos representan", decenas de miles de ciudadanos portugueses acudieron a la cita, que comenzó a las 15.00 horas (14.00 GMT) y está previsto que continúe durante toda la noche con una vigilia frente al Parlamento.
También hubo lugar para las consignas contra los bancos y la "troika", formada por representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional y cuyos representantes han negociado con las autoridades lusas el rescate financiero de Portugal y sus contrapartidas.
La protesta de hoy estuvo secundada por el movimiento "Geracao a rasca" ("Generación en apuros"), impulsora de la convocatoria del pasado 12 de marzo.
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