BARCELONA.- Enric Duran Giralt, el Robin Hood de la banca, ha convertido hoy un juicio contra él por impago en un alegato contra la banca, a la que ha acusado de provocar el endeudamiento de miles de familias. El juicio se ha celebrado en Vilanova (Barcelona) por una demanda del BBVA, que le reclama la devolución de casi 25.000 euros por unos reintegros de dinero que no devolvió. Según ha explicado Duran ante la jueza, el contrato debe declararse "nulo" porque el banco no le informó de las condiciones ni de los riesgos del producto.
Entre 2006 y 2008, el Robin de la banca estafó casi medio millón a 38 entidades bancarias accediendo a distintos préstamos que nunca devolvía. Duran pretendía denunciar el sobreeendeudamiento provocado por las entidades bancarias. Media docena de entidades le denunciaron por la vía penal, lo que motivó su ingreso en prisión provisional. La causa sigue en fase de instrucción. Hoy, por primera vez, Duran se ha presentado a un juicio civil donde se le reclama la devolución de las deudas.
En una de sus últimas acciones reivindicativas, en marzo de 2008, adquirió un producto financiero, la tarjeta "tres meses sin". El contrato dejaba a las claras que no podría extraer más de 600 euros de dinero al día. Y que solo podría hacerlo una vez al mes. Sin embargo, ha explicado en la vista, se sorprendió al darse cuenta de que podía sacar dinero de forma ininterrumpida. Lo hizo durante casi un mes, a razón de entre 1.200 y 1.500 euros diarios.
"Seguí sacando dinero durante varios días y en la web del banco solo me decía que la operación había sido financiada. El banco no me reclamó nada. Solo a final de mes vi las cantidades". A preguntas de su abogada, Montserrat Serrano, Duran ha recalcado que el banco no le dio "demasiadas explicaciones" y que en ningún momento le informó de que se había excedido sobradamente en el crédito. Para poner de relieve la contradicción del banco, Duran ha dicho que, meses más tarde, en agosto, pudo contratar un crédito con el BBVA sin problemas.
El abogado del banco, Isaac Carbonell, ha alegado en el juicio que debe separarse la ley de la política. "Queda acreditado que hubo un contrato de préstamo y que este se ha de devolver. Si bien el activismo político y social es encauzable por otras vías, en la vía jurídica debemos atenernos a la ley. Y las deudas hay que retornarlas", ha explicado.
Serrano ha rechazado tajantemente ese argumento. A su juicio, el contexto social y la justicia deben ir de la mano. "A estas alturas, ha quedado demostrado de sobras que los bancos han sido corresponsables de esta crisis terrible" "Es un ejemplo clarísimo de que los bancos han promocionado exageradamente el consumo", ha insistido.
Más allá del discurso más ideológico, la abogada ha subrayado por qué, en este caso en concreto, el contrato debe ser declarado nulo. Primero, porque el contrato no permitía exceder los 600 euros al mes y, en cambio, Duran pudo obtener una cantidad muy superior. "No había límite. Duran se paró en los 20.000 euros como se podría haber parado en los 90.000". Y segundo, porque el banco reclama unos intereses de demora que, "en la publicidad del producto no aparecen".
"Cuando contraté el producto, muchas familias ya estaban endeudadas. Y los bancos seguían promoviendo, con mucha publicidad, esa clase de productos financieros. Y sabían que no se podrían devolver", ha subrayado Duran en la vista oral.
En una de sus últimas acciones reivindicativas, en marzo de 2008, adquirió un producto financiero, la tarjeta "tres meses sin". El contrato dejaba a las claras que no podría extraer más de 600 euros de dinero al día. Y que solo podría hacerlo una vez al mes. Sin embargo, ha explicado en la vista, se sorprendió al darse cuenta de que podía sacar dinero de forma ininterrumpida. Lo hizo durante casi un mes, a razón de entre 1.200 y 1.500 euros diarios.
"Seguí sacando dinero durante varios días y en la web del banco solo me decía que la operación había sido financiada. El banco no me reclamó nada. Solo a final de mes vi las cantidades". A preguntas de su abogada, Montserrat Serrano, Duran ha recalcado que el banco no le dio "demasiadas explicaciones" y que en ningún momento le informó de que se había excedido sobradamente en el crédito. Para poner de relieve la contradicción del banco, Duran ha dicho que, meses más tarde, en agosto, pudo contratar un crédito con el BBVA sin problemas.
El abogado del banco, Isaac Carbonell, ha alegado en el juicio que debe separarse la ley de la política. "Queda acreditado que hubo un contrato de préstamo y que este se ha de devolver. Si bien el activismo político y social es encauzable por otras vías, en la vía jurídica debemos atenernos a la ley. Y las deudas hay que retornarlas", ha explicado.
Serrano ha rechazado tajantemente ese argumento. A su juicio, el contexto social y la justicia deben ir de la mano. "A estas alturas, ha quedado demostrado de sobras que los bancos han sido corresponsables de esta crisis terrible" "Es un ejemplo clarísimo de que los bancos han promocionado exageradamente el consumo", ha insistido.
Más allá del discurso más ideológico, la abogada ha subrayado por qué, en este caso en concreto, el contrato debe ser declarado nulo. Primero, porque el contrato no permitía exceder los 600 euros al mes y, en cambio, Duran pudo obtener una cantidad muy superior. "No había límite. Duran se paró en los 20.000 euros como se podría haber parado en los 90.000". Y segundo, porque el banco reclama unos intereses de demora que, "en la publicidad del producto no aparecen".
"Cuando contraté el producto, muchas familias ya estaban endeudadas. Y los bancos seguían promoviendo, con mucha publicidad, esa clase de productos financieros. Y sabían que no se podrían devolver", ha subrayado Duran en la vista oral.
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