MADRID.- La manifestación que se prolongó esta noche por espacio de casi tres horas por algunas de las calles más céntricas de la capital en señal de protesta por el desalojo del Hotel Madrid --que tuvo lugar en la mañana de este lunes-- terminó sin detenidos ni atenciones sanitarias, según han confirmado fuentes policiales y sanitarias.
La marcha transcurrió por Preciados, Gran Vía, Cibeles, Paseo del Prado y calle Atocha y a su llegada a Sol ha sido frenada por agentes de la Policía Nacional.
Los 'indignados' fueron improvisando el rumbo de su marcha como ya sucediera el pasado mes de agosto tras las marchas laicas. No obstante, hubo una diferencia: en aquel momento, jugaron al 'ratón y al gato' con la Policía, que intentaba cerrarles el paso y acorralarles en alguna calle de la capital. Esta vez, en cambio, fueron detrás de ellos y agentes de la Policía Municipal regularon el tráfico por los lugares por los que iban pasando.
Así concluyó una noche que comenzó con una concentración en Sol en la que se vivieron minutos de tensión cuando algunos 'indignados' se plantaron 'cara a cara' con los agentes de Policía que formaban un cordón humano para impedir el paso de los manifestantes a la calle Carretas, donde se encuentra el Hotel Madrid desalojado unas horas antes.
Un centenar de 'indignados' echaron abajo a las 23 horas las dos puertas del edificio ubicado en el número 33 de la calle Concepción Jerónima, muy cerca de otra vivienda que se encuentra 'okupada', y entraron en su interior, donde comprobaron que incluso la instalación tenía energía eléctrica. Sin embargo, a los 30 minutos decidieron abandonar las instalaciones porque no les convencían al estar en obras y encontrarse en mal estado.
En un primer momento, se quearon a las puertas del edificio para valorar los siguientes pasos a dar mientras uno de los 'okupas' era atendido por miembros del Samur. Una vez dentro del inmueble, uno de ellos se asomó al balcón del segundo piso y el resto respondieron gritando una de sus principales consignas: 'Casa okupada, familia desahucia'.
Pese a parecer en un primer momento que se iban a quedar establecidos en el inmueble y después de proclamarlo, a los 30 minutos decidieron abandonarlo debido a que no les convencía su estado, ya que se encontraba en obras.
No obstante, dieron la vuelta al cartel de 'Se vende' que había en el edificio, detrás de él escribieron 15-0 y procedieron después a colgar de su fachada otras dos pancartas: una en el segundo y otra en el tercer piso.
Posteriormente se desplazaron unos metros más arriba y junto a la plaza de Tirso de Molina intentaron 'okupar' otro edificio. Al ver que sí había algunos pisos en donde vivían personas, pidieron que abrieran la puerta para hacer una 'okupación simbólica' y dejar colgada una pancarta en algunas de las dependencias vacías.
Este fue el segundo intento de la noche después de que algunos 'indignados' intentaran echar abajo a patadas las puertas de dos edificios de la calle Atocha a la altura de Antón Martín, uno de los cuales ya estuvo 'okupado' durante meses con su posterior desalojo.
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