CARACAS.- El presidente encargado de Venezuela, Nicolás
Maduro, ha anunciado que el fallecido mandatario Hugo
Chávez podría no ser embalsamado finalmente, ya que el procedimiento
para hacerlo debería haber comenzado antes.
"Llegaron científicos rusos y alemanes para embalsamar a Chávez y
nos dicen que es muy difícil porque se debió haber comenzado antes (...)
de pronto y no se puede", ha señalado Maduro.
"Estamos en medio del proceso, el proceso es complicado, es mi
deber avisarles", ha precisado el presidente durante la inauguración de
la Feria del Libro de Venezuela en Caracas.
El jueves pasado, Maduro había anunciado a los venezolanos que el
cuerpo de Chávez sería embalsamado para poder exponerlo "eternamente".
Ese mismo día había informado de que la capilla ardiente, instalada en
la Academia Militar, no se cerraría ese viernes, sino que permanecería
otra semana más abierta para que el mayor número de venezolanos pudiera
despedirse del presidente.
Según explicó, "en un principio" los restos serán trasladados al
Cuartel de la Montaña (Museo Histórico Militar) y posteriormente dio a
entender que podrían trasladarse al Panteón Nacional, donde reposan los
restos del libertador Simón Bolívar. La Constitución venezolana reserva
"los honores del Panteón Nacional a venezolanos y venezolanas ilustres,
que hayan prestado servicios eminentes a la República", pero "después de
transcurridos veinticinco años de su fallecimiento", sin embargo,
muchos venezolanos han manifestado su deseo de que Chávez descanse allí.
La opinión de un experto
El cadáver de Hugo Chávez podría ser
embalsamado "pero no para exponerlo cara al público", según ha asegurado el tanatopractor de la compañía de servicios funerarios
Mémora, Josep María Sorigué, tras reconocer Maduro, que es "bastante difícil"
conservar el cuerpo. Chávez falleció el pasado día 5 de marzo.
A juicio del experto, la putrefacción "empieza desde el primer
momento de la defunción", por lo que, transcurridos nueve días del
fallecimiento del presidente venezolano, es dudoso que esté "en buenas
condiciones para ser embalsamado". Sin embargo, sostiene que "es
posible" realizar esta técnica, pero no "para velarlo como a Lenin".
Los signos de deterioro en un cadáver comienzan a ser visibles
"entre las 24 y 48 horas" después de la muerte, explica Sorigué. A pesar
de que afirma no saber si el cuerpo de Chávez se encuentra en un estado
irreconocible, sí precisa que pasados entre ocho y diez días del
deceso, y si no se ha mantenido en neveras o lugares refrigerados,
"empieza a desfigurarse porque ya tiene mucho gas abdominal y metano, y
porque el glóbulo ocular se licua".
Además, expone que "allí es verano o primavera, ha sido trasladado
a temperaturas de 20 o 30 grados y no se sabe bien cuando murió". Para
él, debido a las jornadas que han transcurrido desde su muerte, se puede
conservar, "pero no se puede arreglar la putrefacción ya comenzada".
Realizar el embalsamamiento cuanto antes asegura que éste sea
"perfecto", continúa Sorigué, que señala que este proceso debe
efectuarse "a partir de las 24 primeras horas después del
fallecimiento". Para ello, es necesaria "la firma autorizada de un
médico tanatólogo, o la de un médico forense si es una muerte
traumática", explica.
Esta acción consiste en detener el proceso de putrefacción natural
de un cadáver a partir de "unos líquidos que son conservantes y
colorantes, y que se administran a través de una vía intraarterial",
manifiesta. Éstos, denominados paraformaldeidos, "se intercambian por la
sangre" en un proceso "parecido a la diálisis", señala.
Además, se vacían los demás fluidos del cuerpo y se sustituyen por
líquidos similares "en una concentración más fuerte", afirma. Todo ello
conlleva un tiempo estimado de entre hora y media y dos horas de
trabajo para el tanatopractor, espacio de tiempo que se incrementa hasta
las cinco horas en cuerpos que han recibido una autopsia.
Sin embargo, no todos los cadáveres pueden ser embalsamados, ya
que las personas fallecidas por causas infecciosas o por radiación
tienen restringido este proceso. Sin embargo, el cuerpo de Hugo Chávez
sí podría ser tratado, y es que, a pesar de su estado de putrefacción,
"no hay riesgo" porque los embalsamadores "tienen materiales suficientes
para protegerse".
Por último, Sorigué expone que el embalsamamiento no es algo que
se realiza y no precisa de más procedimientos. El cuerpo que se ha
sometido a esta técnica "requiere de ciertas revisiones, de otras
conservaciones y de retoques", además de que debe conservarse "en un
sitio con un nivel de humedad y temperatura constante", concluye.
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