TURÍN.- Un tribunal de la ciudad italiana de Turín ha
condenado este lunes a 18 años de cárcel y al pago de una multa
millonaria a un empresario suizo acusado de negligencia por una
intoxicación de amianto gestada en las décadas de los setenta y ochenta y
a la que se le atribuyen más de 2.000 muertes, en su mayoría por
cáncer.
La fiscalía había acusado al millonario Stephan Schmidheiny de
cometer un delito al no dotar a los trabajadores de las plantas
italianas de la empresa Eternit de los medios necesarios para impedir
que se contaminasen con amianto. Un tribunal de primera instancia ya le
condenó en febrero de 2012 a 16 años de cárcel y este lunes, en un
segundo proceso, la sentencia ha sido ampliada a 18 años.
Pese a la confirmación de la pena, la sentencia todavía no es
firme y Schmidheiny, de 65 años, no tendrá que ingresar en prisión hasta
agotar todo el proceso de recursos. Un portavoz del empresario ya ha
adelantado que llevarán el caso al máximo tribunal de apelaciones para
recurrir esta sentencia "escandalosa" y "absurda".
Más de 6.000 personas, entre las que figuran tanto empleados como
habitantes de las cuatro localidades donde estaba instalada la
industria, cerrada en 1986, han reclamado compensaciones por los daños
sufridos. El Ministerio Público ha expuesto durante el proceso más de
2.000 muertes atribuidas a la contaminación y varios miles de casos más
de enfermos detectados durante las últimas cuatro décadas.
La última sentencia ordena el pago de 20 millones de euros a la
región de Piamonte y de 31 millones al Ayuntamiento de Casale
Monferrato, donde Eternit tenía instalada su principal planta.
Cientos de personas, entre ellas familiares de las víctimas, se
han concentrado a las puertas de la corte para reclamar "justicia". Tras
conocer el fallo, el Observatorio Nacional del Amianto ha aplaudido el
veredicto toda vez que avanza hacia "un mundo sin amianto" en el que no
se antepondrán los beneficios empresariales a "las vidas humanas".
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