El señor Rajoy ha estado presuntamente
veinte años cobrando sobresueldos de procedencia dudosa. Según parece,
también se benefició de las dádivas y pagos en especie que derramaba
generosamente la Gürtel entre sus benefactores: trajes, corbatas,
relojes. Todo en el mejor estilo valenciano de la inimitable señora
Barberá y el Curita, o sea, el señor Camps, a quien el presidente prometió en un mitin que 'Siempre estaré detrás de ti, o delante, o a un lado', una más de sus falsas promesas porque hoy no quiere ni verlo.
Igualmente
apoyó públicamente al delincuente Fabra, expresidente de la Diputación
de Castellón, hoy cumpliendo condena en la cárcel, y a quien calificó de ciudadano y político ejemplar para el PP. Algo parecido con el también recluso Matas, expresidente del PP de Baleares al que prometió que vamos a hacer en España lo que Matas hizo en Baleares,
otra promesa que hasta a él interesa que sea falsa. A estas alturas, el
presidente tiene más amigos, ejemplos y modelos en la cárcel que fuera
de ella.
Rajoy
ha sido secretario general y presidente de un partido al que el juez y
la fiscalía acusan de haberse financiado ilegalmente durante veinte
años, haberse lucrado con el producto de presuntos ilícitos, haber
estado repartiendo sobresueldos ese tiempo y todo ello a través de una
contabilidad paralela, opaca, fraudulenta a la que se conoce como caja B. El presidente sigue negando la existencia de dicha caja, aunque tanto el juez como el fiscal y la abogacía no dudan de ella.
Es
decir, es muy posible que, en su famosa comparecencia en el Congreso de
1º de agosto de 2013, el presidente mintiera al negar tajantemente caja
B alguna en el partido. Como quiera que el hasta ahora innombrable
Bárcenas insiste en sus acusaciones, Rajoy ha vuelto a negar en la
televisión aunque ahora menos tajantemente, afirmando que ni él ni sus colaboradores más cercanos sabían nada de la tal caja B
y que, si esta existe, será de propiedad exclusiva de Bárcenas,
aseveración que invalida el SMS que envió al extesorero del PP en la
cárcel, Luis, sé fuerte. Hacemos lo que podemos.
Mentir
en sede parlamentaria es lo más grave que puede hacer un político en
democracia porque supone defraudar la confianza del conjunto de los
ciudadanos que depositan su soberanía en la cámara. Por ello, la
oposición cumple con su deber cuando exige la comparecencia del acusado
en el Congreso a dar explicaciones de la caja B. Sin embargo, el PP
anuncia que hará valer su aplastante mayoría absoluta para impedir tal comparecencia con el argumento de que el presidente ya dio las que tenía que dar en su día.
Pero en su día lo que hizo Rajoy presuntamente fue mentir. Esa negativa
basada solo en la cantidad es la enésima prueba de que el Parlamento no
sirve literalmente para nada en cuanto a su función de control del
gobierno. Tampoco sirve en su función legislativa, pero ese es ahora
otro asunto.
Así
que, reducida a la impotencia, ninguneada, ignorada la oposición en el
ejercicio ordinario de su función de control, no le queda más remedio
que recurrir al ejercicio extraordinario. Debe plantear una moción de
censura. Ya se sabe que la perderá pero es la única forma de obligar al
presidente del gobierno a comparecer en el Parlamento a dar las
explicaciones que los ciudadanos merecen y responder a las acusaciones y
críticas de la oposición.
Pasada
la moción de censura e informada la opinión pública de cómo están las
cosas en un asunto por razón del cual el presidente debiera haber
dimitido hace años, si la mayoría del PP sigue bloqueando las
iniciativas parlamentarias, la oposición debe plantearse otras acciones.
La más contundente, a juicio de Palinuro, sería una retirada al Aventino,
esto es, la oposición no puede seguir legitimando con su presencia la
deriva autoritaria y dictatorial del Parlamento, sino que debe
ausentarse de sus sesiones, en tanto un presidente absolutamente
deslegitimado por su actuación no presente su dimisión.
El juego de "izquierda/derecha", decía
hace unos días Pablo Iglesias, es de trileros. Pensando luego un poco
más en este dulce encanto que tiene el pragmatismo y relativismo moral
para los livianos de espíritu y pocas luces, Palinuro recordó la famosa
anécdota del color de los gatos con que un presidente chino fascinó en
los 90 a Felipe González, otro político español a quien importaban más
los resultados que las convicciones, como si hubiera resultados
duraderos sin conviciones. Hasta estuvo a punto de escribir un
paralelismo irónico. Pero desistió. El asunto carece de sustancia.
Ahora
resulta que los primos hermanos, de Podemos, los Podemos griegos, tras
haberse puesto de acuerdo con unos nacionalistas más o menos
fascistizados pudiendo haberlo hecho con otras gentes, nombran un
gobierno sin una sola mujer ministra, en primera línea.
Sin una sola mujer. En 2015.
Lo
de los nacionalistas fascistizantes o fascistizados es atribuible a la
nota patriótica que Tsipras viene tocando desde hace tiempo, similar en
sonido a la de la soberanía nacional que suena siempre en los discursos
de Podemos. No tiene mayor importancia siempre que no olvidemos el aviso
del gran Samuel Johnson acerca de que "el patriotismo es el
último refugio de un canalla", muy acertadamente perfeccionado por
Ambrose Bierce cuando precisaba que no era el último refugio de un
canalla, sino el primero.
Exactamente, el primero, como ha demostrado Alexis Tsipras.
¿Se puede ser de izquierdas hoy, y no nombrar una sola mujer en un gobierno?
¡Ah! que estos son primos de los que dicen que los de izquierdas somos trileros.
Bien.
Llamemos a las cosas por su nombre: estos son unos misóginos, machistas
malnacidos y nunca mejor dicho. Más de las mitad de sus votantes son
mujeres ¿y no hay una sola mujer ministra?
Ya
sé que son muy progres, que han subido el salario mínimo y que
probablemente dirán que eso de la igualdad de género no es "una
prioridad en este momento", como decía la genio Carolina Bescansa
hablando del aborto.
La
igualdad de género nunca es prioridad, ni el aborto, ni nada que sea
justicia para las mujeres. Siempre hay asuntos más urgentes, según estos
machos que se quitan las corbatas para enseñar el vello del pecho.
Vale. Palinuro cree, por el contrario, que no hay nada más urgente que
la igualdad de género, que es una prioridad absoluta y solo tiene
desprecio por quien no la respete y no la aplique a rajatabla siempre,
en todo momento y circunstancia y sin excusa alguna.
Por eso emplaza a l@s amig@s de Podemos a pronunciarse inequívocamente en tres pasos:
1º) Exijan al machista Tsipras la disolución de su gobierno y la formación de uno paritario.
2º) Si no lo consiguen, denúncienlo sin tapujos y rompan relaciones con él.
3º)
Si los jefes no lo hacen los feministas debemos abstenernos de
participar en la manifestación del 31. Que vayan los trileros, los de
verdad, los machos progres que invisibilizan a las mujeres como han
hecho durante siglos.
Al conocerse ayer la composición del nuevo gobierno griego solo de
hombres, Palinuro, que hoy se ha rebautizado como Palinura en
solidaridad, subió un post denunciándolo, los trileros de Syriza,
y explicando por qué este es un asunto de principios, innegociable, en
el que no caben concesiones. La decisión griega levantó polémica en las
redes. Pude detectar los "argumentos" siguientes y sus defensores:
I.- Los fascistas de toda la vida sosteniendo que las críticas eran "mangutadas de lo políticamente correcto".
II.- Los machistas patriarcales diciendo que no se trata de cuestión de sexos sino de capacidad y, si no hay mujeres capaces...
III.- Los progres machistas afirmando que Tsipras se comprometió a nombrar a "los mejores" y que, mira por dónde, son todos hombres.
IV.-
Los progres "comprensivos" recuerdan que no hay una sola mujer entre
los 10 ministros pero, en cambio hay seis o siete en los segundos
rangos, entre viceministros y secretarios de Estado. Sin duda hay muchas
más entre las señoras de la limpieza.
V.- Los progres "informados", estilo Garzón, para quien en el gobierno de Tsipras no hay mujeres a causa del conservadurismo de la sociedad griega. Un conservadurismo que no le ha impedido votar a Syriza que a Garzón le parece muy de izquierdas. Júzguese el valor del razonamiento.
V.- Los progres "informados", estilo Garzón, para quien en el gobierno de Tsipras no hay mujeres a causa del conservadurismo de la sociedad griega. Un conservadurismo que no le ha impedido votar a Syriza que a Garzón le parece muy de izquierdas. Júzguese el valor del razonamiento.
VI.-
Los progres "de la sospecha" según los cuales, quienes critican que el
gobierno de Syriza no tenga mujeres, en el fondo, lo que quieren es
obstaculizar el gobierno de la izquierda, ponerle la zancadilla, que no
gobierne.
VII.-
El propio Tsipras, preguntado por el asunto, sostuvo que habrá mujeres
en el gobierno griego cuando la condición de ministro no sea un asunto
de género sino de capacidad. Esto de la capacidad es un argumento
predilecto de los fascistas, los machistas de derechas, las cipayas y
muchos progres de esos de "yo no soy machista, pero...,". No perderemos
tiempo debatiendo el asunto porque no hay por donde cogerlo.
Vamos
al pronunciamiento de Tsipras. Dice que ha nombrado a los mejores y más
capaces. ¿Responde Panos Kammenos, el líder de ANEL, los nacionalistas
de derecha extrema, nombrado ministro de Defensa, a su idea de los
"mejores" y "más capaces"? Esta claro que no. Lo ha nombrado por razones
políticas y probablemente ha hecho bien. Pero eso quiere decir que su
argumento sobre "los mejores y más capaces" para estar en el gobierno es
falso.
Quizá extrañen a los lectores las pasiones, diatribas y agresiones que esta crítica al machismo de Syriza suscitó en las redes. Pero es algo fácilmente explicable: en cuanto les cuestionan sus privilegios, los hombres cierran filas, griegos, judíos, fascistas, conservadores, progres y ultraprogres. Y todavía hay gente que dice no explicarse de dónde viene la violencia de género.
Quizá extrañen a los lectores las pasiones, diatribas y agresiones que esta crítica al machismo de Syriza suscitó en las redes. Pero es algo fácilmente explicable: en cuanto les cuestionan sus privilegios, los hombres cierran filas, griegos, judíos, fascistas, conservadores, progres y ultraprogres. Y todavía hay gente que dice no explicarse de dónde viene la violencia de género.
Así que Palinuro, hoy Palinura, se reafirma en sus reclamaciones. Ese gobierno es una vergüenza.
(*) Catedrático de Ciencia Política en la UNED
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