miércoles, 10 de agosto de 2011

Al menos 11 muertos en un asalto del Ejército sirio en Homs

AMMÁN.- Al menos once civiles han muerto este miércoles en un asalto del Ejército sirio con vehículos blindados en el distrito de Bab Amro, en la ciudad de Homs, para aplastar las protestas contra el régimen de Bashar al Assad, según ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

Estados Unidos está dispuesto a dar un paso más en su presión sobre el régimen sirio para que cese la represión de las protestas y pedirá próximamente de forma explícita al presidente del país, Bashar al Assad, que renuncie a su cargo, como piden los manifestantes, según informa este miércoles la cadena CNN, que cita fuentes gubernamentales estadounidenses.
   La petición se realizará en los próximos días después de que responsables norteamericanos mantengan consultas con el Consejo de Seguridad de la ONU, según las fuentes, que han reconocido que la cuestión de pedir abiertamente a Al Assad que dimita se ha estado debatiendo en las últimas semanas.
   De acuerdo con las fuentes, la Casa Blanca es más partidaria de hacer un anuncio al respecto que el Departamento de Estado, que se muestra más cauto respecto a las consecuencias que podría tener el hecho de que Al Assad no atendiera a la petición.
   Además, el Departamento del Tesoro norteamericano se dispone a imponer "sanciones adicionales esta semana contra importantes elementos de la infraestructura financiera y comercial siria que están aportando un apoyo clave al régimen", ha señalado un responsable a la CNN.
   Por otra parte, según las fuentes, se espera que se adopten nuevos pasos por parte de la comunidad internacional para aislar aún más al régimen de Bashar al Assad, que se enfrenta desde marzo pasado a las peores manifestaciones en su contra desde que llegó al poder en 2000.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, "cree que Siria estaría mejor sin el presidente (Bachar Al) Asad", aseguró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en su conferencia de prensa diaria.
La declaración, que sucede a la imposición de nuevas sanciones a Siria, es la más grave que Washington ha dirigido al régimen de Bachar Al Asad, desde que la secretaria de Estado, Hillary Clinton, indicara el mes pasado que el mandatario sirio había perdido su legitimidad como líder.
Estados Unidos planea recrudecer en los próximos días su postura y decir explícitamente que Asad debe abandonar el poder, tal y como hizo hace meses con el dictador libio, Muamar al Gadafi, según fuentes oficiales citadas hoy por la cadena CNN.
"Estamos contemplando con horror lo que Asad está haciendo a su propio pueblo", aseguró Carney, que añadió que esa brutalidad merece cada vez más "la condena unificada de la comunidad internacional", que está cerca de "hablar con una sola voz en relación con Siria".
Las sanciones anunciadas hoy por el Tesoro, que afectan al Banco Comercial de Siria y a Syriatel, la mayor operadora de teléfonos móviles del país, "están diseñadas para negar a Asad el dinero que necesita para seguir ejerciendo la violencia", dijo hoy la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland.
Hillary Clinton mantuvo el martes por la noche una "larga conversación telefónica" con el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, en la que ambos "renovaron su compromiso a seguir luchando para aumentar la presión contra Asad", añadió.
Estados Unidos y Turquía trabaja "de forma muy cercana" para enviar el mensaje "de que la violencia tiene que parar, que los tanques deben retirarse y de que debemos comenzar una transición democrática real", indicó la portavoz.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, aseguró hoy que los tanques del Ejército sirio se han retirado de la ciudad de Hama, donde habían participado en la represión de las protestas antigubernamentales.
No obstante, Nuland reaccionó con prudencia a la noticia, puesto que Estados Unidos no ha tenido la oportunidad de "entrar en Hama y comprobarlo" por sí mismos.
"Estamos buscando una retirada de las fuerzas de todas las partes de Siria, así que cualquier movimiento en ese sentido es acorde con lo que queremos. Pero necesitamos ver un proceso completo", afirmó.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se encuentra reunido hoy para analizar la situación en Siria, y se espera que el secretario general del organismo, Ban Ki-moon, entregue un informe sobre la misma.
En ese contexto, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, expresó hoy su voluntad de que el Consejo de Seguridad aumente la presión sobre Asad y deje de lado "sus asuntos o intereses bilaterales".
 Tambiém la ONU alertó hoy de que, una semana después de que el Consejo de Seguridad condenara la represión del régimen sirio sobre los manifestantes, la ofensiva del presidente Bachar al Asad contra los civiles sigue adelante y de que Siria es escenario de graves violaciones de los derechos humanos.
Así lo comunicó hoy al Consejo de Seguridad el secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Oscar Fernández-Taranco, según informaron a la prensa los representantes de los países de la Unión Europea (UE) que se sientan en el máximo órgano internacional de seguridad -Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal-.
"Hemos recibido un informe realmente deprimente y escalofriante", indicó el embajador adjunto del Reino Unido ante la ONU, Philip Parham, a la salida de las consultas que el Consejo de Seguridad celebró a puerta cerrada para analizar la actual situación en Siria y de la que no salió ninguna reacción común de sus quince miembros.
Flanqueado por los representantes del resto de países de la UE, Parham señaló que el informe entregado por Fernández-Tarranco en nombre del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, deja claro que "las graves violaciones de los derechos humanos son la característica principal de la actual crisis en Siria".
"Hasta el momento han muerto 2.000 civiles, la vasta mayoría desarmados, 3.000 han desaparecido, 13.000 permanecen detenidos y decenas de miles han abandonado sus hogares", explicó el diplomático británico, quien señaló que el informe recibido es poco optimista sobre una hipotética mejora de la situación.
"Mientras la Policía y el Ejército sirios continúen con sus operaciones militares contra los civiles, no hay ninguna perspectiva de que se produzca una mejora de la situación en Siria", explicó Parham, quien lamentó que por el momento no haya acceso al país para los medios de comunicación ni a las organizaciones humanitarias.
Según el embajador, Siria no ha dado muestras de querer establecer "ninguna cooperación con la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos", como pidió el Consejo de Seguridad cuando la semana pasada condenó, tras meses de bloqueo, la violencia ejercida por el régimen de Al Asad.
"Necesitamos que el régimen sirio oiga las peticiones del Consejo y de la comunidad internacional. Si Damasco sigue sin responder a esas llamadas, el Consejo deberá considerar nuevas medidas para aumentar la presión sobre el régimen", añadió.
Por el momento, sin embargo, los países de la UE esperan que Al Asad deje de hablar de reformas y pase a la acción. "Para que las reformas tengan credibilidad, el uso de la fuerza y las detenciones masivas deben acabar inmediatamente", aseveró el embajador.
En términos similares se pronunciaron los representantes de Francia, Portugal y Alemania, quienes también conjuntamente trataron hace unos meses de que el Consejo de Seguridad aprobara una resolución de condena a Damasco, una idea que quedó bloqueada por la oposición de Rusia, China, India, Brasil, Sudáfrica y Líbano.
"El mensaje está claro: Siria está cada vez más y más aislada. Damasco debe detener los ataques a los civiles y avanzar en las reformas", indicó el embajador alemán adjunto, Miguel Berger.
El representante de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, aseguró a la salida de la reunión del Consejo de Seguridad que su Gobierno considera que Siria necesita "moderación, diálogo y reformas" y detalló que no cree que algún tipo de sanciones contra Damasco vayan a ayudar a solventar la situación.
De la reunión de este miércoles en el Consejo de Seguridad no salió ninguna acción concreta, aunque sí se acordó pedir para la próxima semana un nuevo informe al secretario general y dos más: uno a la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos y otro a la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Cuando terminó la reunión, el embajador sirio ante la ONU, Bashar Jafari, acusó ante la prensa a los diplomáticos europeos de "manipular la verdad", de ofrecer "cifras que no son precisas" y de "ignorar deliberadamente los importantes pasos dados por Damasco" para "manipular el destino del Gobierno sirio".
"La soberanía de Siria es una línea roja que no debe cruzarse", dijo Jafari, quien se refirió a los manifestantes sirios como "grupos armados y terroristas", a los que incluso llamó "delincuentes" y los comparó con los responsables de los disturbios que vive en los últimos días el Reino Unido.
"¿Por qué no podemos llamarles delincuentes como se les llama en el Reino Unido? Lo que ocurre en el Reino Unido es sólo un uno por ciento de lo que pasa en Siria", aseveró Jafari, quien también señaló que Damasco no va a permitir al Consejo de Seguridad "destruir Siria como han hecho con Libia".

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