MADRID/OTTAWA.- España puede cerrar "hoy mismo" su Embajada en Damasco, aunque mantendría diplomáticos en la delegación de la Unión Europea en ese país para poder recabar información sobre el terreno y prestar atención a los españoles que viven allí, ha anunciado el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo.
El ministro ha indicado que la decisión final está a la espera de la reunión que celebran hoy sobre Siria los embajadores de los Veintisiete ante el Comité de Política y Seguridad de la UE (COPS), pero ha dejado claro que nuestro país se inclina por cerrar la legación hoy mismo.
España prestará especial atención en esa reunión, que comenzará a partir de las 15 horas en Bruselas, a lo que hagan los países más grandes de la UE. Reino Unido y Francia ya decidieron cerrar sus embajadas en Damasco la semana pasada, por lo que será "fundamental" para nuestro país la opinión que expresen Alemania e Italia en la reunión del COPS.
La semana pasada los ministros europeos de Exteriores ya estudiaron el cierre de las Embajadas, si bien la mayoría se inclinaba por mantenerlas abiertas.
García-Margallo ha explicado que el Gobierno se inclina por cerrar la Embajada española para escenificar su protesta a la represión del régimen sobre la población civil, pero ha aclarado que "dejaría dos o tres diplomáticos" españoles en la delegación de la UE en Damasco.
De esta forma, España sacaría una "tarjeta amarilla" lanzando el "mensaje político" de que es "inadmisible" la prolongación de las "brutalidades y matanzas" perpetradas por el régimen de Bashar el Assad al tiempo que mantendría destacados en Siria a funcionarios propios para "controlar la situación de los españoles en la zona" y "mantener los contactos con la Oposición".
España llamó a consultas a su embajador en Damasco, Julio Albi, el pasado 7 de febrero y desde entonces permanecen al frente de la legación dos diplomáticos, el encargado de la segunda jefatura, Jorge Lucas, y el responsable de asuntos consulares, José María Davó, a quienes acompañan varios agregados de Interior y consejeros económicos.
En Siria quedan alrededor de 480 compatriotas de los 800 censados en el registro consular. En su mayoría se trata de ciudadanos hispanosirios, fruto de matrimonios mixtos.
La presencia de los diplomáticos en Siria ha permitido en alguna ocasión interceder en favor de algún ciudadano español detenido en las protestas u obtener información sobre el paradero de compatriotas arrestados.
Preguntado por qué la comunidad internacional no interviene en Siria para parar las matanzas de El Assad como hizo en Libia con Gadafi, García-Margallo ha puesto el ejemplo de la guerra de Irak en 2004.
Ha recordado cómo cuando una coalición de países, apoyada por España, decide intervenir en Irak "para acabar con el régimen de Sadam Hussein", se dice a estos países que se trata de una intervención "intolerable" que viola todas las normas del derecho internacional ya que se hizo sin el paraguas de Naciones Unidas.
En Siria, ha recordado, ha sido imposible sacar adelante una resolución del Consejo de Seguridad por el veto de Rusia y China. Por tanto, si la comunidad internacional decidiría intervenir en Siria se produciría la misma situación que con Irak.
"Y nos llamaron de todo menos bonitos por apoyar a Estados Unidos en aquel tema", ha explicado.
García-Margallo ha señalado que no quiere "ni pensar" en las consecuencias "incalculables" que podría tener un ataque de Israel sobre Irán.
Ha recordado que la UE sigue apostando por la vía de aumentar las sanciones a Teherán para intentar forzarle a volver a las negociaciones sobre los fines de su programa nuclear por los temores a que Irán esté buscando dotarse con el arma atómica.
Así las cosas, el ministro ha defendido "seguir trabajando" en la comunidad internacional y ha aclarado que en este tema España va a trabajar "con la UE y en estrecha colaboración con la Liga Arabe y Estados Unidos", sin llevar a cabo "decisiones unilaterales" ni "ocurrencias sueltas".
Sobre las recientes elecciones legislativas en Irán, se ha limitado a señalar que la victoria de los seguidores del líder supremo, Alí Jamenei, supone "más de lo mismo" y que el problema sigue siendo cómo maneje Irán su programa nuclear.
Canadá cierra su Embajada
Canadá ha cerrado su Embajada en Damasco debido a la violencia generada en Siria por los enfrentamientos entre partidarios y detractores del Gobierno de Bashar al Assad, según ha anunciado el ministro de Exteriores del país norteamericano, John Baird.
El ministro canadiense también ha anunciado la imposición de la sexta ronda de sanciones contra Siria, prohibiendo cualquier transacción con el Banco Central y con siete miembros del Gobierno, así como la provisión o adquisición de servicios financieros u otros relacionados a sirios o a quienes actúen en nombre de Siria.
"La horrible violencia continuada perpetrada por el régimen de Al Assad sobre el pueblo de Siria nos obliga a endurecer una vez más el cerco sobre sus responsables (...) Nuestro mensaje sigue siendo claro: Al Assad debe marcharse", ha dicho Baird en un comunicado.
No obstante, en una entrevista concedida a la cadena CBC, ha descartado la participación de Canadá en una operación militar en Siria, tal y como ha solicitado el senador estadounidense John McCain, quien considera que serviría para proteger a la población civil.
Baird ha explicado que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha autorizado una operación militar en Siria, como hizo con Libia. "Que actuáramos militarmente en Libia, no significa que debamos enviar a las fuerzas canadienses a todos los países que tengan problemas", ha argumentado.
Además, ha destacado otras diferencias entre ambos casos. "La geografía, los sistemas de defensa aérea, al población, mucho más grande y dispersa, y los vecinos, no olvidemos que hay elementos en Irán y Líbano que han apoyado al régimen. Tampoco hay embargo de armas, así que muchos han enviado armas al régimen", ha apuntado.
Desde que estallaron las protestas contra el Gobierno de Al Assad, hace un año, el Ministerio de Exteriores de Canadá ha emitido mensualmente alertas a sus nacionales para que abandonen el país árabe. El pasado invierno, Ottawa facilitó vuelos para evacuar a sus nacionales de Egipto y Libia.
Canadá cierra su Embajada
Canadá ha cerrado su Embajada en Damasco debido a la violencia generada en Siria por los enfrentamientos entre partidarios y detractores del Gobierno de Bashar al Assad, según ha anunciado el ministro de Exteriores del país norteamericano, John Baird.
El ministro canadiense también ha anunciado la imposición de la sexta ronda de sanciones contra Siria, prohibiendo cualquier transacción con el Banco Central y con siete miembros del Gobierno, así como la provisión o adquisición de servicios financieros u otros relacionados a sirios o a quienes actúen en nombre de Siria.
"La horrible violencia continuada perpetrada por el régimen de Al Assad sobre el pueblo de Siria nos obliga a endurecer una vez más el cerco sobre sus responsables (...) Nuestro mensaje sigue siendo claro: Al Assad debe marcharse", ha dicho Baird en un comunicado.
No obstante, en una entrevista concedida a la cadena CBC, ha descartado la participación de Canadá en una operación militar en Siria, tal y como ha solicitado el senador estadounidense John McCain, quien considera que serviría para proteger a la población civil.
Baird ha explicado que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas no ha autorizado una operación militar en Siria, como hizo con Libia. "Que actuáramos militarmente en Libia, no significa que debamos enviar a las fuerzas canadienses a todos los países que tengan problemas", ha argumentado.
Además, ha destacado otras diferencias entre ambos casos. "La geografía, los sistemas de defensa aérea, al población, mucho más grande y dispersa, y los vecinos, no olvidemos que hay elementos en Irán y Líbano que han apoyado al régimen. Tampoco hay embargo de armas, así que muchos han enviado armas al régimen", ha apuntado.
Desde que estallaron las protestas contra el Gobierno de Al Assad, hace un año, el Ministerio de Exteriores de Canadá ha emitido mensualmente alertas a sus nacionales para que abandonen el país árabe. El pasado invierno, Ottawa facilitó vuelos para evacuar a sus nacionales de Egipto y Libia.
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