PEKÍN.- El disidente Chen Guangcheng, que se refugió seis días en la Embajada
norteamericana de Pekín, pidió este jueves viajar a Estados Unidos
porque se siente amenazado a pesar de las garantías de las autoridades
chinas.
Unas horas después de salir de la Embajada, el disidente ciego
declaró a la televisión estadounidense CNN que deseaba exilarse en
Estados Unidos, una perspectiva que había rechazado durante su estancia
en la sede diplomática.
"Me gustaría decir al presidente Obama: por favor, haga todo lo que
pueda para que nuestra familia pueda partir", declaró por teléfono el
militante de los derechos humanos desde su cama del hospital de Pekín
donde ingresó al abandonar la Embajada.
Chen Guangcheng también acusó al personal de la Embajada de Estados
Unidos de haberle incitado a abandonar el lugar a cambio de garantías
sobre su seguridad por parte de las autoridades chinas, y de haberle
abandonado después.
"La Embajada estuvo todo el tiempo incitándome a abandonar el lugar y
prometió que habría gente conmigo en el hospital. Pero cuando entré en
mi cuarto de hospital esta tarde, comprobé que se había marchado todos",
declaró el disidente.
Chen Guangcheng, abogado autodidacta que se dio a conocer al
denunciar los excesos de la política del hijo único (abortos y
esterilizaciones forzosas), se escapó el 22 de abril de su domicilio de
la provincia de Shandong (este), donde se encontraba en arresto
domiciliario después de purgar cuatro años de cárcel.
Su presencia en la Embajada de Estados Unidos provocó una grave
crisis con China y ambos países intentaron resolverla cuanto antes,
antes de la apertura el jueves en Pekín de una reunión de dos días de su
"diálogo estratégico y económico", en presencia de la secretaria de
Estado, Hillary Clinton.
Según el sinólogo estadounidense Jerome Cohen, que participó en las
negociaciones, Chen acabó aceptando abandonar la Embajada con la promesa
de poder estudiar libremente Derecho en una universidad china. También
obtuvo un compromiso de que Barack Obama se pronuncie públicamente a
favor de este acuerdo con las autoridades chinas, según Cohen.
Pero el disidente de 40 años cambió aparentemente de opinión después del reencuentro en el hospital con su esposa.
Según CNN, Chen explicó que ella le contó que esbirros del régimen
comunista esperaban armados el regreso del disidente a su domicilio de
Shandong.
"Chen declaró también que los guardianes habían avisado de que habían
instalado cámaras en el interior de la casa con el fin de vigilar todos
sus gestos y (Chen) jamás podría volverse a escapar", según el canal.
Clinton declaró el miércoles que Estados Unidos seguiría
"comprometido" con Chen "los días, semanas y años futuros" y dio a
entender que permanecerían vigilantes en cuanto al respeto de las
garantías prometidas por China para resolver la crisis.
Esta declaración le costó una réplica airada del Ministerio chino de
Relaciones Exteriores, que instó a Washington a "no seguir induciendo a
error a la opinión pública ni buscando por todos los medios disimular y
achacar a los otros sus propias responsabilidades en este caso".
Clinton, a su vez, pidió este jueves a China que respete las
"aspiraciones" a la "dignidad" de sus ciudadanos, en la inauguración del
diálogo estratégico y económico chino-estadounidense.
Sin mencionar a Chen Guangcheng, Hillary Clinton declaró que todos
los gobiernos "deben responder a las aspiraciones de sus ciudadanos a la
dignidad y al estado de derecho".
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