jueves, 3 de mayo de 2012

El disidente Chen Guangcheng, que se refugió seis días en la Embajada norteamericana de Pekín, pidió este jueves viajar a Estados Unidos porque se siente amenazado a pesar de las garantías de las autoridades chinas. Unas horas después de salir de la Embajada, el disidente ciego declaró a la televisión estadounidense CNN que deseaba exilarse en Estados Unidos, una perspectiva que había rechazado durante su estancia en la sede diplomática. "Me gustaría decir al presidente Obama: por favor, haga todo lo que pueda para que nuestra familia pueda partir", declaró por teléfono el militante de los derechos humanos desde su cama del hospital de Pekín donde ingresó al abandonar la Embajada. Chen Guangcheng también acusó al personal de la Embajada de Estados Unidos de haberle incitado a abandonar el lugar a cambio de garantías sobre su seguridad por parte de las autoridades chinas, y de haberle abandonado después. "La Embajada estuvo todo el tiempo incitándome a abandonar el lugar y prometió que habría gente conmigo en el hospital. Pero cuando entré en mi cuarto de hospital esta tarde, comprobé que se había marchado todos", declaró el disidente. Chen Guangcheng, abogado autodidacta que se dio a conocer al denunciar los excesos de la política del hijo único (abortos y esterilizaciones forzosas), se escapó el 22 de abril de su domicilio de la provincia de Shandong (este), donde se encontraba en arresto domiciliario después de purgar cuatro años de cárcel. Su presencia en la Embajada de Estados Unidos provocó una grave crisis con China y ambos países intentaron resolverla cuanto antes, antes de la apertura el jueves en Pekín de una reunión de dos días de su "diálogo estratégico y económico", en presencia de la secretaria de Estado, Hillary Clinton. Según el sinólogo estadounidense Jerome Cohen, que participó en las negociaciones, Chen acabó aceptando abandonar la Embajada con la promesa de poder estudiar libremente Derecho en una universidad china. También obtuvo un compromiso de que Barack Obama se pronuncie públicamente a favor de este acuerdo con las autoridades chinas, según Cohen. Pero el disidente de 40 años cambió aparentemente de opinión después del reencuentro en el hospital con su esposa. Según CNN, Chen explicó que ella le contó que esbirros del régimen comunista esperaban armados el regreso del disidente a su domicilio de Shandong. "Chen declaró también que los guardianes habían avisado de que habían instalado cámaras en el interior de la casa con el fin de vigilar todos sus gestos y (Chen) jamás podría volverse a escapar", según el canal. Clinton declaró el miércoles que Estados Unidos seguiría "comprometido" con Chen "los días, semanas y años futuros" y dio a entender que permanecerían vigilantes en cuanto al respeto de las garantías prometidas por China para resolver la crisis. Esta declaración le costó una réplica airada del Ministerio chino de Relaciones Exteriores, que instó a Washington a "no seguir induciendo a error a la opinión pública ni buscando por todos los medios disimular y achacar a los otros sus propias responsabilidades en este caso". Clinton, a su vez, pidió este jueves a China que respete las "aspiraciones" a la "dignidad" de sus ciudadanos, en la inauguración del diálogo estratégico y económico chino-estadounidense. Sin mencionar a Chen Guangcheng, Hillary Clinton declaró que todos los gobiernos "deben responder a las aspiraciones de sus ciudadanos a la dignidad y al estado de derecho".

WASHINGTON.- Estados Unidos confirmó este jueves que el activista de derechos cívicos Chen Guangcheng quiere abandonar China, donde teme por su seguridad, y que está en conversaciones con él sobre su futuro y el de su familia, declaró un portavoz del departamento de Estado.

La suerte del abogado autodidacto ciego, uno de los disidentes chinos más célebres y respetados, ha pesado sobre el "diálogo estratégico y económico" chino-estadounidense que se abrió en presencia de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, durante la mañana.
Chen, acérrimo crítico de las esterilizaciones forzadas en China y de las expropiaciones abusivas del régimen comunista, abandonó el miércoles la embajada de Estados Unidos, en la que se refugió durante seis días después de que China diera "garantías" sobre su seguridad si permanecía en su país.
Este jueves, sin embargo, anunció que cambió de opinión, aparentemente después de haberse reencontrado con su familia a la salida de la embajada: "no me siento seguro, quiero irme de China", declaró Chen.
"Quiero que Estados Unidos nos ayude, a mi familia y a mí. Antes me ayudó", dijo Chen, entrevistado por teléfono en el hospital de Pekín donde ingresó por una herida en el pie, después de salir de la sede diplomática estadounidense.
Chen resultó herido el 22 de abril saltando una pared cuando se escapó de su casa, pese a la alta vigilancia, en Shandong (este), donde estaba en arresto domiciliario desde septiembre de 2010.
El abogado y su familia "han cambiado de opinión sobre la cuestión de quedarse en China", declaró la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland, quien añadió: "necesitamos más consultas con ellos para entender mejor lo que quieren y ver juntos las posibilidades que tienen"
"Haremos lo posible por ayudarle", había declarado anteriormente un responsable estadounidense que pidió el anonimato.
Por su parte, Chen dijo a la publicación digital estadounidense The Daily Beast que su "mayor esperanza" sería que fuera posible que su familia y él mismo partieran "hacia Estados Unidos a bordo del avión de Hillary Clinton".
El embajador de Estados Unidos en China, Gary Locke, aseguró que Chen "nunca fue obligado" a abandonar la misión diplomática de Estados Unidos. Pekín y Washington pactaran las condiciones de salida del disidente de la embajada, en un entendimiento concluido oportunamente la víspera del diálogo estratégico entre ambos países.
Varias organizaciones de derechos humanos pidieron conocer los detalles de la negociación entre los dos países sobre la suerte de Chen.
"Estaba contento con la idea de salir de la embajada, tenía ganas", aseguró Locke a periodistas.
Chen había indicado a sus amigos que no deseaba exiliarse a Estados Unidos porque prefería seguir con su combate por las libertades dentro de China. Abandonó la embajada por amenazas de represalias contra su familia, que hubiera sido trasladada a su provincia de Shandong (este) si el activista seguía en la misión diplomática, según sus allegados.
En una entrevista a la CNN el miércoles por la noche, el militante explicó que tras su evasión, su esposa fue atada a una silla durante dos días por la policía de Shandong y amenazada con ser asesinada a golpes.
En la apertura de los dos días de conversaciones del "diálogo", Clinton declaró, sin mencionar el nombre de Chen, que todos los gobiernos "deben responder a las aspiraciones de sus ciudadanos a la dignidad y al estado de derecho".
La víspera había declarado que Washington garantizaría el respeto de las garantías prometidas por Pekín sobre la seguridad de Chen.
El presidente chino, Hu Jintao, respondió llamando a los dos primeras potencias económicas mundiales a cooperar, y advirtió que cualquier deterioro de sus relaciones supondría riesgos "graves" para el planeta.
En el área económica, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, llamó a China a seguir con la reevaluación del yuan frente al dólar, habitualmente tema de contencioso bilateral.
Estados Unidos y China debían aprovechar también el diálogo para abordar los grandes temas internacionales: Siria, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, y el conflicto entre Sudán y Sudán del Sur.
Clinton también celebró el apoyo de China a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el miércoles por la noche, que pide a Sudán y a Sudán del Sur a poner fin a las hostilidades en 48 horas, so pena de sanciones.

No hay comentarios: