EL CAIRO.- El presidente egipcio, Mohamed Mursi, ha
declarado el estado de emergencia en tres ciudades de la región del
canal de Suez: Suez, Port Said e Ismailia. La orden estará vigente 30
días e incluye un toque de queda entre las 21.00 y las 6.00 horas, con
lo que se pretende atajar la violencia que en los tres últimos días se
ha cobrado 47 vidas. La medida será efectiva a partir del lunes.
"Siempre he dicho que estoy en contra de las medidas de excepción, pero
también he dicho que recurriría a estas medidas si tenía que hacerlo",
ha afirmado Mursi, visiblemente abatido. "He ordenado a los responsables
del Ministerio del Interior que se ocupen de quienquiera que amenace a
la población o a las instituciones públicas o privadas. Todo el mundo
debe saber que las instituciones egipcias son capaces de defender el
país de cualquier amenaza", ha advertido.
Mursi ha anunciado
esta y otras medidas que no ha especificado para poner fin al "caos" en
el que se encuentra sumido el país y ha convocado a los partidos
políticos a una reunión para mañana mismo en la que se tratarán los
temas que serán posteriormente anunciados por la Presidencia, ha
explicado el presidente, según recoge el diario estatal 'Al Ahram'.
"No tenemos otra opción más que la de comprometernos con el diálogo
como única vía para superar la actual fase y lograr la estabilidad", ha
indicado. La reunión será mañana lunes a las 18.00 horas en el Palacio
Presidencial de El Cairo.
Esta es la primera comparecencia
pública dirigida a la población egipcia desde que hace cuatro días
comenzaran los disturbios durante las manfiestaciones para conmemorar el
segundo aniversario de la revolución que culminó con el derrocamiento
del presidente Hosni Mubarak y contra el gobierno de los Hermanos
Musulmanes, grupo de Mursi.
A las protestas contra Mursi se han
sumado los disturbios en Port Said tras conocerse la condena a muerte
de 21 implicados en la masacre del Estadio de Port Said, en la que en
febrero del año pasado murieron 74 personas en enfrentamientos entre
seguidores del club local y un equipo de fútbol cairota.
Precisamente los enfrentamientos se han prolongado en Port Said durante
todo el día y hasta bien entrada la noche, incluso después del discurso
presidencial y de que se haya desplegado el Ejército para frenar la
violencia.
El propio Mursi ha querido desvincular en su
intervención del domingo la reciente ola de protestas de la revolución
de hace dos años. "Los últimos actos nada tienen que ver con la
revolución. Van contra la ley e incitan a la contrarrevolución. El
pueblo egipcio rechaza tales acciones, condenadas por los
revolucionarios honrados", ha argumentado.
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