PARACUELLOS DEL JARAMA.- La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina
Cifuentes, ha afirmado este lunes que perseguirá los escraches pero "no
tiene ninguna intención de convertir Madrid en una ciudad tomada por la
Policía".
Tras la Junta de Seguridad celebrada en Paracuellos del Jarama,
Cifuentes ha afirmado que no le gusta hablar de escraches, sino
"directamente de lo que son: coacciones e intimidaciones, una forma de
ejercer una presión que además en muchos casos es violenta".
"La violencia mediante le amenaza y la coacción es también un tipo
de violencia y me parece que este tipo de actuaciones no son
compatibles con el Estado de Derecho ni la democracia. Creo en el
derecho que tiene cualquier ciudadano a salir a la calle y protestar, un
derecho constitucionalmente protegido y que los poderes públicos
tenemos que proteger. Pero nada tiene que ver el derecho de
manifestación con la coacción", ha esgrimido.
En el caso de que se incremente la presión en los escraches,
Cifuentes ha indicado que su departamento "va a actuar con la Ley en la
mano, impidiendo que las protestes se realicen de manera violenta".
"Todo lo que tiene que ver con el derecho de reunión será protegido
siempre y cuando se practique de forma pacífica. Si una protesta deviene
en violenta, deviene automáticamente en ilegal y entonces se aplicará
la Ley", ha añadido.
Tras el escrache practicado el viernes a la vicepresidenta del
Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, la delegada ha indicado que "no
tiene ninguna intención de convertir Madrid en una ciudad tomada por la
Policía".
"Creo que es una ciudad abierta, donde se permite que sin ningún
tipo de cortapisas se puedan manifestar (los ciudadanos) como prueban
las 3.419 manifestaciones y concentraciones del año pasado y las más de
mil este año, pero todo tiene que hacerse de manera pacífica y conforme a
las leyes", ha añadido.
"Con la Policía que hay es suficiente, pero es evidente que si
aumentan estas actuaciones violentas y coactivas la Policía hará lo que
se hizo el viernes, que es identificar a los promotores de una
concentración ilegal e iniciar el correspondiente expediente
administrativa sancionador", ha proseguido.
Concretamente, Cifuentes ha destacado que el escrache del viernes
el exsecretario general de Alianza Popular, Jorge Vestrinje, "encabezaba
ese movimiento, como ha aparecido de manera patente en los medios de
comunicación y de la propia emisión de los miembros de la comisión de
audiovisuales de Sol del 15M, que lo estuvieron retransmitiendo en
directo".
De hecho, ha indicado que en esas imágenes se puede ver quién eran
los cabecillas y a quienes se enfrentaron con la Policía cuando les
instó a disolver esta concentración porque no había sido comunicado,
"tal y como la Constitución y las propias leyes dicen que se tiene que
hacer".
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