lunes, 5 de marzo de 2012

Siria extiende su represión mientras refugiados huyen del país

AMÁN.- Las fuerzas sirias lanzaron ofensivas contra los rebeldes en varios frentes el lunes, días después de eliminar un bastión de la oposición en la ciudad de Homs tras 26 días de asedio, dijeron activistas.

El Ejército impidió el paso de la Cruz Roja al destruido distrito de Bab Amro, en Homs, por cuarto día consecutivo, y los mediadores extranjeros intentaban poner fin a la violencia después de casi un año de conflicto, mientras más civiles huían hacia Líbano.
Desafiando a las patrullas del Ejército y el frío del invierno, cientos de sirios han cruzado hacia Líbano en las últimas 24 horas para escapar del peor bombardeo en sus ciudades limítrofes desde que comenzó el levantamiento contra el presidente, Bashar el Asad, en Derá en marzo pasado.
Vecinos de la localidad libanesa de Arsal, en el valle de Bekaa, dijeron que entre 100 y 150 familias habían entrado desde Siria el domingo.
Las familias recorrieron colinas nevadas y llegaron a salvo, pero muchos otros quedaron atrapados, dijo un refugiado.
"Mi casa fue bombardeada y quedó un agujero gigante en uno de los lados", relató un joven de 21 años vestido con una chaqueta de cuero negra y una bufanda negra y blanca y procedente de la ciudad siria de Qusair.
Siria ha rechazado hasta el momento la presión internacional para que detenga la violencia desde que estallaron las primeras protestas, inspiradas en otras revoluciones en el mundo árabe.
El enviado especial a Siria de Naciones Unidas y la Liga Árabe, Kofi Annan, viajará a Damasco el sábado para lo que será su primera visita desde que fue nombrado en el puesto en febrero.
"Kofi Annan me dijo que Siria le recibirá el 10 de marzo y que llegará a El Cairo el 7 de marzo", dijo el secretario general de la Liga Árabe, Nabil Elaraby, en la capital egipcia.
La agencia de noticias estatal SANA informó de que el Gobierno daba la bienvenida a su visita y había aceptado otra de la jefa humanitaria de la ONU, Valerie Amos, que no pudo entrar en el país la semana pasada.
El ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que espera que una reunión en El Cairo para discutir la situación siria junto a sus homólogos árabes el sábado ayude a alcanzar un acuerdo, pero no dio señales de que Moscú esté dispuesta a dejar de proteger a su viejo aliado Asad.
Lavrov aseguró que Rusia y la Liga Árabe comparten sus objetivos fundamentales para Siria, aunque criticó a Occidente y los árabes por pedir la dimisión de Asad y exigir a Moscú que presione al Gobierno sirio.
El ministro ruso opinó que todos deberían intentar "influir sobre ambas partes en Siria para que dejen de enfrentarse, se sienten a negociar e inicien un diálogo nacional inclusivo".
El primer ministro británico, David Cameron, dijo que instará a Putin a apoyar una resolución que pide acceso humanitario a Siria y el fin de la violencia
El canciller francés, Alain Juppe, dijo que Moscú se ha aislado a sí mismo con respecto al mundo árabe y la comunidad internacional con su posición sobre Siria.
Sin embargo, el viceministro ruso de Exteriores, Gennady Gatilov, dijo el lunes que una nueva resolución en borrador redactada por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU apenas tiene diferencias con la que Moscú vetó el mes pasado, que y debe ser más equilibrada.
"El nuevo borrador de resolución sobre Siria es una versión apenas renovada del documento previamente vetado. Necesita ser considerablemente balanceada", dijo Gatilov en un mensaje.
La jefa de política exterior de la Unión Europea, Catherine Ashton, instó a Rusia a colaborar en la llegada de ayuda a Homs y a reconocer la necesidad de un "nuevo liderazgo" en Siria.
China, que junto con Rusia ha vetado en dos ocasiones un borrador de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU contra Siria, dijo que mandará el martes a su enviado Li Huaxin a Damasco.
"Aunque las condiciones son extremadamente complicadas y la situación sigue siendo tensa, China sigue sosteniendo que una solución política ofrece un escape fundamental de la crisis siria", dijo el portavoz del Ministerio, Liu Weimin.
Cientos de soldados y efectivos de seguridad se desplegaron en Derá, donde nació la revuelta contra Asad hace casi un año, en una proporción que no se había visto en meses, dijo un residente de la ciudad, situada en el sur del país.
El operativo se produjo después de ataques contra puestos de seguridad en el centro, que también fueron los mayores en meses. Al menos una persona murió, indicaron residentes hoy.
Los rebeldes, superados en armamento por el Ejército, han multiplicado los ataques rápidos en Siria en los últimos días para mostrar su resolución desde que las fuerzas del Gobierno recuperaron el jueves el distrito de Bab Amro en Homs.
Una bomba explotó en un oleoducto en la provincia oriental de Deir al Zor el lunes, mientras las tropas sirias comenzaban una redada en la región, dijeron activistas opositores.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Media Luna Roja Árabe aún no han obtenido autorización de las autoridades sirias para entrar a Bab Amro y ayudar a los civiles.
"En este momento estamos bloqueados por el Ejército y el Gobierno sirio", dijo Yves Daccord, director general del CICR, a RTS, el canal de Radio y Televisión de Suiza.
"La situación es extremadamente difícil, las condiciones climáticas son trágicas. Hace mucho frío, hay combates y la gente no tiene acceso a alimentos o agua, y sobre todo está el gran problema de evacuar a los heridos", añadió.
Las dos agencias suministraron alimentos y mantas a civiles en dos barrios de Homs, incluyendo a familias que habían huído de Bab Amro, dijo el portavoz del CICR Hichan Hassan.
Los activistas de la oposición acusaron a las fuerzas sirias de tomar sangrientas represalias en el vecindario, aunque sus informes son difíciles de verificar debido a que el Gobierno restringe severamente el acceso de los medios.
El grupo Human Rights Watch citó a "fuentes locales" el viernes diciendo que unos 700 civiles han muerto y miles han resultado heridos en Homs desde que comenzó el asalto militar a la ciudad el 3 de febrero.
La agencia SANA dijo que las autoridades habían empezado a retirar "la destrucción y los escombros dejados por grupos terroristas armados en los barrios de Inshaat y Bab Amro en Homs" el domingo.
SANA añadió que 16 miembros de las fuerzas de seguridad muertos a manos de los insurgentes fueron enterrados ese día.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, basado en Reino Unido, indicó que las fuerzas de seguridad habían matado a ocho personas en todo el país el domingo y a 29 el día anterior. Los Comités de Coordinación Local, un grupo opositor de base, estimó la cifra del domingo en 62 personas.

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