KUWAIT.- Cientos de kuwaitíes se han concentrado este
miércoles junto al principal complejo judicial del país para reclamar la
liberación de varios activistas acusados de insultar al emir y para
exigir reformas políticas que avancen hacia la democratización.
El acto, convocado por grupos opositores, se ha celebrado en un
parque cercano y ha contado con la participación, desde el escenario, de
varios activistas. La concentración ha transcurrido de forma pacífica,
aunque la Policía ha permanecido en todo momento a la entrada del
Palacio de Justicia.
"Estamos pidiendo nuestros derechos, nuestro derecho a la libertad
de expresión, la libertad de expresar opiniones", ha explicado una de
las participantes, Ghalia al Ajmi. Según esta manifestante, iniciativas
como la de este miércoles forman parte de una campaña de concienciación
ciudadana sobre derechos y libertades.
Algunos de los asistentes al acto han vestido ropa naranja,
símbolo del movimiento surgido a finales de 2012 y que tuvo su apogeo en
una manifestación con decenas de miles de personas la víspera de las
elecciones parlamentarias.
Desde entonces, el nivel de las movilizaciones ha caído, si bien
los grupos defensores de Derechos Humanos no olvidan que al menos 25
personas han sido imputadas por supuestas ofensas al emir,
principalmente a través de Internet. Las autoridades ya han dictado
condenas contra algunas de estas personas, de hasta cinco años de
cárcel.
El deseo de reformas políticas también ha sido una de las
consignas escuchadas este miércoles, como ha recordado al comienzo de la
concentración uno de los asistentes, Nasser al Osami. "Queremos que se
repare el sistema electoral. Queremos un Gobierno plenamente elegido"
por el pueblo, ha apuntado.
Los medios locales han informado esta semana de que el Gobierno ha
elaborado una nueva ley de prensa que castigará las declaraciones
ofensivas contra el emir y su familia con multas de hasta 300.000
dinares (805.000 euros). Estos castigos serían extensibles a las
críticas difundidas tanto a través de los medios tradicionales como de
las redes sociales en Internet.
El Gobierno todavía no ha revelado los detalles de esta nueva
normativa, que aún depende de la aprobación parlamentaria, pero el
ministro de Información, Salman al Sabá, ha defendido que el único
objetivo de la ley será "mantener la estabilidad" del país y sus
relaciones con otros países, así como "añadir valor a los medios".
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