LONDRES.- Al menos 682 personas fueron ejecutadas en
todo el mundo a lo largo de 2012, según ha informado Amnistía Internacional (AI), que ha vuelto a situar a Arabia Saudí,
China, Estados Unidos, Irak e Irán como los países que más aplican un
castigo cuyo efecto disuasorio "no está demostrado en modo alguno".
Asimismo, la organización ha recordado el caso de Pablo Ibar, el único
español "condenado a muerte en el mundo" y que se encuentra en el
corredor de la muerte en Florida desde 2000.
La organización ha emitido este miércoles su informe sobre la Pena
de Muerte en 2012, en el que indica que la aplicación de la pena
capital continúa "restringida a un grupo aislado de países" y que, en
todas las regiones del mundo, se han observado "avances hacia su
abolición".
En 2012, según el informe, se documentaron ejecuciones en 21
países del mundo. La cifra coincide con la de 2011, pero es inferior a
la de 2003, cuando se registró la aplicación de la pena de muerte en 28
países. "Una vez más", según AI, los cinco Estados que llevaron a cabo
mayor número de ejecuciones en el mundo fueron Arabia Saudí, China,
Estados Unidos, Irak e Irán.
Asimismo, ha proseguido la organización, el año pasado se registró
la reanudación de las ejecuciones en varios países que llevaban tiempo
sin aplicar la pena de muerte, principalmente Gambia, India, Japón y
Pakistán, así como "un alarmante aumento de las ejecuciones en Irak".
"El retroceso observado en 2012 en algunos países es
decepcionante, pero no invierte la tendencia mundial contra el uso de la
pena de muerte", ha declarado el secretario general de Amnistía
Internacional, Salil Shetty.
"En muchas partes del mundo, las ejecuciones empiezan a ser cosa
del pasado" y solo "uno de cada diez países del mundo aplica la pena de
muerte", ha proseguido. "Sus mandatarios deberían preguntarse por qué
siguen aplicando una pena cruel e inhumana que el resto del mundo ha
dejado atrás", ha manifestado Shetty.
Según la organización, un importante estudio realizado en Estados
Unidos en 2012 concluyó que no debía esgrimirse el argumento del efecto
disuasorio para justificar el uso de la pena de muerte. "Los Gobiernos
que siguen aplicando la pena de muerte se han quedado sin argumentos
para justificarse", ha advertido Shetty. "No está demostrado en modo
alguno que la pena de muerte tenga un efecto disuasorio especial frente
al delito", ha asegurado.
"La verdadera razón del uso de la pena de muerte suele encontrarse
en otro sitio", ha declarado el secretario general de AI, quien ha
recordado que a lo largo de 2012 la organización ha expresado su "honda
preocupación" por las ejecuciones aparentemente cometidas "con fines
políticos en algunos países, como medida populista o directamente como
instrumento de represión".
En 2012, según Amnistía, se tuvo conocimiento de al menos 682
ejecuciones en el mundo, dos más que en 2011, y se pudieron confirmar al
menos otras 1.722 sentencias de muerte dictadas en 58 países, en
comparación con las 1.923 dictadas en 63 países el año anterior. Estas
cifras, no obstante, "no incluyen los miles de ejecuciones que Amnistía
Internacional cree que se llevaron a cabo en China, que mantiene los
datos en secreto".
Respecto a los métodos de ejecución aplicados en 2012, el informe
incluye la horca, la decapitación, el fusilamiento y la inyección letal.
En Arabia Saudí se exhibió en una "crucifixión" el cadáver de un hombre
ejecutado por decapitación.
Asimismo, en 2012 se dictaron penas de muerte por causas muy
diversas, como delitos económicos y relacionados con drogas, pero
"también por 'apostasía', 'blasfemia' y 'adulterio'", unos actos que "ni
siquiera deberían considerarse delitos", ha denunciado AI.
Por regiones, el informe da cuenta de "algunos retrocesos
decepcionantes" en Asia y Oceanía, y recuerda que en noviembre de 2012
se llevó a cabo en India la primera ejecución desde 2004, "con el
ahorcamiento de Ajmal Kasab, uno de los hombres armados que perpetraron
los atentados de 2008 en Bombay".
Asimismo, se reanudaron las ejecuciones en Japón después de un
lapso de 20 meses, y el número de personas ejecutadas en China "volvió a
ser superior a la cifra total de ejecuciones en el resto del mundo". No
obstante, "debido al secreto que rodeaba al uso de pena de muerte en el
país, no fue posible obtener datos precisos sobre la aplicación de la
pena capital".
El documento destaca también que el 99 por ciento de las
ejecuciones cometidas en las regiones de Oriente Próximo y norte de
África se registraron en cuatro países, Arabia Saudí, Irak, Irán y
Yemen, aunque también reconoce que el conflicto de Siria ha impedido
confirmar si se había aplicado la pena de muerte en este país en 2012.
El informe de AI asegura que, "en particular", en 2012 se registró
un preocupante incremento del uso de la pena capital en Irak, donde
fueron ejecutadas al menos 129 personas, casi el doble que las 68
ejecutadas en 2011.
Asimismo, Irán volvió a ocupar el segundo lugar del mundo en
cuanto a mayor número de ejecuciones, después de China. Las autoridades
reconocieron oficialmente 314 ejecuciones, "pero el número real es casi
seguro muy superior, ya que se documentaron otras muchas decenas de
ejecuciones que no fueron oficialmente reconocidas", ha indicado AI.
El documento de AI revela que en Estados Unidos se registraron en
2012 un total de 43 ejecuciones, una cifra idéntica a la de 2011, y
destaca que la pena capital se aplicó únicamente en nueve estados de la
unión, por debajo de los trece del año anterior. Connecticut se
convirtió en abril de 2012 en el decimoséptimo estado abolicionista,
mientras que el referéndum celebrado en noviembre en California para la
abolición de la pena de muerte no prosperó "por un estrecho margen".
Amnistía Internacional ha destacado también los "avances"
registrados en África subsahariana, como ocurre en los casos de Benín,
que ha eliminado varias barreras legales que impedían su abolición, y
Ghana, que tiene previsto abolir la pena de muerte en su nueva
Constitución. En Sierra Leona ya no hay ninguna persona condenada a
muerte.
No obstante, entre 2011 a 2012 aumentó considerablemente el número
de ejecuciones y sentencias de muerte dictadas en la región debido a
las cifras de Sudán y Gambia.
En agosto se llevaron a cabo nueve ejecuciones en Gambia, las
primeras cometidas en el país en casi tres décadas. Tras las protestas
internacionales, el presidente Yahya Jammeh anunció una moratoria
"condicional" de las ejecuciones que se "levantaría automáticamente" si
aumentaban los índices de delincuencia. Aparte, en Sudán hubo al menos
19 ejecuciones y 199 condenas a muerte.
La organización ha revelado también que Bielorrusia sigue siendo
el único país de Europa que aplica la pena de muerte, y que lo hace "en
estricto secreto", con la ejecución de al menos tres hombres en 2012.
Asimismo, Amnistía recuerda el caso de Pablo Ibar, el único
español "condenado a muerte en el mundo". De doble nacionalidad,
estadounidense y española, Ibar fue condenado a muerte en el año 2000 en
Estados Unidos, y desde entonces se encuentra en el corredor de la
muerte de la penitenciaría de Starke, en Florida.
"Pablo Ibar sigue declarándose inocente", ha recordado AI. El 13
de febrero de 2012, el juez Jeffrey R. Levenson desestimó el recurso
planteado por la defensa de Pablo Ibar en el que pedía la anulación y
repetición del juicio que le condenó a muerte. Después de esta decisión,
la defensa de Pablo Ibar ha apelado ante el Tribunal Supremo de
Florida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario